Aunque pueda sonar a ciencia ficción, clases desde casa, lecciones virtuales o votaciones electrónicas en medio del aula son ya una realidad. Varios docentes de la Universidade de Santiago asistieron ayer a la presentación de las aulas del futuro, que tuvo lugar en la Facultad de Ciencias Políticas de la institución compostelana.
La conferencia, organizada por el Vicerrectorado de Espacios Europeos y el Centro de Tecnologías para el Aprendizaje, se planteaba como un modo alternativo de resolver las dudas sobre el proceso de adaptación tecnológica que las aulas universitarias han de asumir cuando entre en vigor, en septiembre del 2009, el Plan Bolonia.
La clave de esta nueva educación está en herramientas como la pizarra digital, presentada ayer por la empresa gallega Pronor Ingenieros. Esta novedosa opción, además de las aplicaciones tradicionales que permite una pizarra convencional, abre un enorme abanico de posibilidades, al potenciar la interactividad inmediata con los alumnos.
Así, se podría acceder a las clases -grabadas o en tiempo real- a través de Internet, favoreciendo a aquellos que no puedan acudir presencialmente al aula, descargar la lección en dispositivos de almacenamiento suplantando así a los tradicionales apuntes a mano, o efectuar votaciones electrónicas inmediatas para evaluar el grado de conocimientos adquiridos por los alumnos durante la sesión.
Lo cierto es que en la Universidade de Vigo ya se está desarrollando un proyecto que echa mano de estas herramientas, que además, según los responsables de Pronor Ingenieros, son mucho más baratas que las aulas de videoconferencia que se intentan implantar para cumplir con Bolonia.