Científicos del Observatorio Astronómico de Santiago descubren un planeta gigante fuera del sistema solar

E. Á.

SOCIEDAD

30 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Es el componente Bb del sistema Gliese 22. Tiene un tamaño de 0,015 masas solares -5.000 veces la masa de la Tierra y dieciséis veces la del planeta Júpiter-, y se encuentra a dos millones de veces la distancia que separa la Tierra del Sol. Y los investigadores que han descubierto la existencia de este planeta gigante son un grupo de científicos liderados por el Observatorio Astronómico de la Universidade de Santiago.

Los resultados de este trabajo se han publicado este mes en la revista Astronomy&Astrophysics y es la primera vez que se descubre un planeta extrasolar -que está fuera del sistema solar- mediante un nuevo procedimiento (se han descubierto más de 250). Habitualmente todos los descubrimientos se habían hecho por el método de velocidades radiales o la variación de la luz de la estrella al producirse tránsitos del planeta delante de ella. El primero de los métodos, el más utilizado, consiste en estudiar el espectro de una estrella -que de forma sencilla podría definirse como un arco iris de fondo y unas líneas negras delante-. Si hay un objeto, estas líneas se mueven, por lo que se descubre la existencia de un planeta.

En este caso, los investigadores del Observatorio Ramón María Aller, dirigido por José A. Docobo, así como del Special Astrophysical Observatory de Rusia, el Max Planck de Alemania y el Grupo de Mecánica de la Universidad de Zaragoza, utilizaron otro sistema, a través del movimiento de la estrella. Una estrella se desplaza lentamente y en línea recta, pero si va acompañada no realiza una elipse perfecta, sino que va haciendo eses.

El planeta descubierto acompaña a la estrella B, una de las tres del sistema Gliese 22. Las otras dos, Aa y Ab, forman un sistema binario, por lo que se mueven en torno a un centro de masas, mientras que la B lo hace alrededor de las dos anteriores. Fue al estudiar el desplazamiento de B en torno a las otras dos, en concreto en torno a su centro de masas, cuando descubrieron que era un movimiento sinusoidal, haciendo pequeñas eses, lo que refleja la existencia de un cuerpo que acompaña a esta estrella.