«Con mi tecnología, un óvulo puede llegar a durar mil años»

Esther Taboada

SOCIEDAD

El investigador japonés afirma que su técnica para la congelación de gametos femeninos, que en España cuesta 4.000 euros, es una «revolución para la mujer»

30 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Masashige Kuwayama (Tokio, 1962) estudió veterinaria y comenzó investigando en la ciencia animal. La clínica japonesa Kato, la más prestigiosa del mundo en materia de reproducción humana asistida, lo convenció para continuar sus estudios en el campo humano. Allí desarrolló una avanzada técnica de congelación de óvulos que, según palabras del propio científico, «supone una revolución para la mujer». Poder acceder a esta tecnología en España cuesta unos 4.000 euros.

-¿En qué consiste el «cryo-top»?

-El sistema tradicional de vitrificación (congelación de óvulos) daba unos resultados muy pobres, ya que el líquido que rodeaba el óvulo se convertía en cristales de hielo que lo dañaban. Yo creé una técnica que reducía el volumen de la solución, así podía solidificar óvulos sin ninguna formación de cristales de hielo. De este modo, la tasa de supervivencia pasaba del 50% al 98%. Además, con esto también se consigue que el óvulo pueda llegar a durar mil años sin ninguna pérdida de calidad y salud. Ya sé que parece ciencia ficción, pero es un hecho. Desarrollé esta tecnología en el año 2000 y el primer bebé nació en Japón en el 2002 y en Estados Unidos en el 2003. Ahora se utiliza en 350 clínicas de fertilidad de doce países, entre ellos el IVI de Valencia.

-¿Cómo comenzó su relación con esta clínica española?

-La doctora Eva Cobo vino a hablar conmigo hace un año cuando presenté por primera vez mi tecnología en Europa y me pidió si podía enseñar mi método en el IVI. Muchos de los que se me habían acercado anteriormente solo querían hacerse con mi sistema para poder hacer negocio y dinero, y yo esto lo odio. Pero vi que la doctora Cobo tenía buen corazón, de modo que acepté ir a Valencia.

-¿Qué tipo de mujer se puede beneficiar de este nuevo método?

-Por un lado, está dirigida a las mujeres que tienen una carrera profesional, están entre los 25 y 40 años y quieren crearse un futuro laboral hasta conseguir una posición en la sociedad antes de ser madres. Hasta ahora no podían esperar a tener un bebé, pero la vitrificación les da la posibilidad de esperar para tener su propio hijo. Otras de las beneficiarias son las mujeres jóvenes sin descendencia a las que se les ha detectado un cáncer. Hay muchos casos en los que rechazan el tratamiento porque corren el riesgo de quedarse estériles. Con este sistema podemos salvar su fertilidad para el futuro.

-¿Qué supone esta nueva tecnología para la mujer?

-Es una revolución, porque, al congelar sus óvulos, puede planificar su maternidad sin tener en cuenta la edad. La mujer solo tiene una vida fértil hasta los 45 años, ya que sus óvulos van perdiendo calidad según esta va cumpliendo edad y tienen más riesgos de presentar enfermedades. Ideé este sistema porque me parecía injusta la situación de la mujer respecto al hombre, ya que no está en las mismas condiciones para luchar en la sociedad. No veía correcto que ella parase su carrera laboral solo porque se le pasaba la edad fértil.

-¿Considera que tendría que haber un límite de edad para poder ser madre?

-La barrera de edad para tener un bebé tendría que ser los 50 años, debido a la salud de la madre, ya que, de las mujeres mayores de 55 años que pasasen por un parto, el 20% de ellas moriría.