El Claustro tumba los presupuestos de la USC, que serán prorrogados

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

La enmienda a la totalidad salió adelante en una sesión con constantes enfrentamientos

15 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La USC afrontará el 2012 con los presupuestos del 2011 prorrogados. Así lo decidió ayer el Claustro de la Universidade, que por 99 votos a favor de las cuatro enmiendas a la totalidad de las líneas generales, 9 en blanco y 81 a favor de la propuesta del equipo de gobierno, tumbó las cuentas para el próximo ejercicio, que establecían un presupuesto total de 222,8 millones de euros y una reducción de unos seis millones con respecto a este ejercicio.

La decisión se tomó en una jornada marcada por la polémica, que se inició a las 9.30 horas con la concentración de los investigadores de los programas Isidro Parga Pondal y Ramón y Cajal que a golpe de silbato y carraca recibieron a los miembros del equipo de gobierno, a los que también espetaron un sonoro «dimisión» a su llegada. De hecho, su situación -el martes recibieron la carta de despido- copó buena parte del debate en la Facultade de Filoloxía, con continuas alusiones a la enmienda al Plan Extratéxico con horizonte 2020 que daba prioridad a la estabilización de este tipo de contratos. Ezequiel Álvarez, portavoz del colectivo de investigadores, también adelantó que, a pesar de que todavía se desconoce el proceso por el que se consolidarán las plazas de cinco Parga Pondal, ellos no participaran activamente en el proceso ni proporcionarán su currículo.

Mientras, en el interior de la facultad y con el sonido de fondo de la protesta de los investigadores, las intervenciones se sucedían acusando al equipo de gobierno de no dar tiempo a analizar la documentación, así como de falta de concreción en la programación plurianual -sobre la que pesaban tres enmiendas a la totalidad- y ausencia de política económica en cuanto a los presupuestos. «É preciso un cambio de rumbo», sentenciaron desde +Ideas. La vicerrectora de Economía, Sara Cantorna, defendió que el primer documento era «realista e socialmente responsable» y que la congelación de la masa salarial permitiría que «os que estamos imos permanecer co noso salario, cousa que non se pode dicir de todas as universidades». La situación es de tal gravedad, según la vicerrectora, en parte por los 25 millones de euros que la Xunta todavía adeuda a la institución, que ha obligado a la USC a desbloquear las cuentas a plazo fijo para poder hacer frente al pago de las nóminas, ya que la Xunta está pagando los 123 millones del plan de financiación en cuotas de 10 millones de euros y a mes vencido.

Sin embargo, la propuesta del equipo de gobierno no prosperó. Ahora, la USC deberá volver a encajar los presupuestos. «En purismo -explicó el rector- habería que facer a rebaixa dos seis millóns de euros en horizontal», es decir, tocando todos los capítulos del presupuesto. En todo caso, el rector intentará mantener el compromiso de que el capítulo de personal -que asciende a 149 millones de euros- permanezca intocable. En lo que sí que trabajarán será en la creación de una nueva programación plurianual para ser debatida de nuevo. ¿Dimitirá? «O reitor non dimite nin fuxe, fai fronte ás dificultades», sentenció Casares Long.