La alternativa a la hemodiálisis

La Voz

SANTIAGO

Tras conseguir reducir los rechazos de los trasplantes renales, los especialistas buscan ahora mejorar el número de donaciones, AL haberse producido una reducción en el número de donantes cadáver

21 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El trasplante renal tiene un largo recorrido, desde la primera intervención del cirujano Voronoy en el año 1936, en Kiev, y, aunque el rechazo sigue siendo un grave problema, los nuevos inmunosupresores han mejorado mucho los resultados.

En Galicia, estos procedimientos quirúrgicos se inician en los ochenta en los hospitales universitarios de Santiago y A Coruña. «Desde hace 20 años se realizan en nuestra comunidad más de 100 trasplantes renales al año. Los trasplantes de vivo eran anecdóticos en nuestro medio, por la fortuna de disponer del mayor número de donantes de cadáver del mundo, pero dada la carestía de órganos y los mejores resultados del trasplante de vivo, su número ha ido en aumento», explica Miguel Blanco Parra, jefe de la sección de urología, de la Unidad de Trasplantes Abdominales del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago.

Este especialista reconoce que «la clave en el trasplante renal es la donación» y asegura que «la generosidad de los ciudadanos que han donado sus órganos o facilitado los de sus familiares ha permitido salvar la vida o mejorar la salud de unos 70.000 enfermos». Es el caso de la pareja de la foto, Eva Veiga y Fran González, que se han sometido a tres trasplantes de riñón cada uno, para eludir la hemodiálisis, a la que él vuelve a estar sometido hasta que llegue su cuarta intervención.

Blanco Parra atribuye gran parte de este éxito a la Organización Nacional de Trasplantes, cuyo sistema es apreciado a nivel internacional. Sin embargo, en estos momentos la red española se enfrenta al descenso de la mayoría de las causas de muerte encefálica, que constituye la principal fuente de donación de órganos en España. «Las estrategias para mejorar la donación son la donación en asistolia y la donación de vivo, así como mejorar la captación de órganos en los hospitales», indica.

La donación de un donante cadáver se produce cuando se certifica la muerte cerebral. «El trasplante se realiza a las 12-24 horas de la extracción, mientras se elige con criterios de equidad e idoneidad al mejor receptor en nuestra área o en otra. Entre donante vivo y receptor la intervención quirúrgica es casi simultánea y conlleva pocos riesgos para el donante. Un trasplante normal dura entre dos horas y dos y media y requiere un ingreso hospitalario para el receptor de unos 7 días y para el donante vivo, de 3 días. La extracción de riñón de donante vivo se realiza cada vez más de forma laparoscópica, lo que disminuye algo el dolor y el tiempo de estancia, en relación a la cirugía habitual, llamada abierta», informa Blanco, que destaca que «se puede vivir con normalidad con un solo riñón, por ello la donación de vivo, altruista, es frecuente».

La mayor parte de las donaciones son a un familiar, cónyuge o amigo, aunque también se permiten las conocidas como de buen samaritano, las donaciones a un desconocido. También entre vivos se puede dar la donación cruzada, una pareja donante-receptor incompatible cruza sus riñones con otra que está en una situación similar.

«El trasplante renal es el tratamiento de elección para muchos pacientes, no todos, con insuficiencia renal crónica, pues aumenta su supervivencia y su calidad de vida», destaca el urólogo del CHUS. Blanco Parra estima que «esta generosidad, que debe ser un orgullo para nosotros, debe mantenerse y estimularse. Afortunadamente, nuestro sistema sanitario, mejor de lo que a menudo creemos, dispone de una organización sólida, poco sujeta a vaivenes políticos, que encauza y soporta todo lo relacionado con los trasplantes».

Por Dolores Vázquez + fotografía de Eduardo Pérez

TRASPLANTADOS POR PARTIDA TRIPLE. Los coruñeses Fran González y Eva Veiga son pareja y ambos han pasado por tres trasplantes de riñón. Él está a la espera de un cuarto. Ellos son el ejemplo de lo que supone este tipo de intervenciones para mejorar la calidad de vida de los pacientes