Un centenar de compostelanos conocen cómo sería la vida en otros planetas del sistema solar

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10 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Con el aforo completo y con muchas ganas de mirar al cielo y verlo como por vez primera, un centenar de compostelanos -buena parte de ellos estudiantes de la USC- participaron ayer en la primera jornada del congreso de astronomía que organiza la institución académica compostelana. Y cuál fue su sorpresa cuando fueron capaces de ver -a través de recreaciones, eso sí- cómo es contemplar un atardecer en Titán, una de las lunas de Saturno, o imaginarse la vida en Venus y Marte.

El artífice de este ejercicio de imaginación fue Borja Tosar, colaborador de la Casa de las Ciencias de A Coruña, pero hubo muchas más ponencias. La primera que abordó los paisajes cósmicos y lo que uno puede investigar basándose en la observación astronómica. Precisamente durante esta ponencia, que corrió a cargo de Francisco Sánchez, el director del Instituto Astrofísico de Canarias. «De ahí la importancia de tener telescopios mayores dedicados tanto a la ciencia como a la tecnología» explicaba a última hora de ayer el organizador del congreso, José Ángel Docobo.

También hubo tiempo para acercar los métodos para descubrir planetas extrasolares, de los que existen más de 500, y para hablar sobre si hay vida más allá de la Tierra. Esta conferencia, que corrió a cargo del presidente de la Agrupación Astronómica de Sabadell, Ángel Masallé, abrió un encendido debate sobre la existencia o no de extraterrestres y los avistamientos de ovnis. La conclusión, al final, fue sencilla. Con un universo compuesto por miles de millones de galaxias, lo más probable es que la vida esté extendida pero, sin embargo, «todavía no existen evidencias científicas de ello», destacó Docobo.

El Camino de Santiago también tuvo su momento estelar en el congreso. Iván Fernández, del observatorio astronómico Ramón María Aller, repasó la vinculación de la ruta hacia Compostela y la Vía Láctea, que en el trazado francés, al amanecer, puede observarse orientada de este a oeste y por tanto marca el camino que deben seguir los peregrinos para llegar a Santiago.