Gastan, pero lo hacen con gusto

Manuel Rodríguez SANTIAGO/LA VOZ.

SANTIAGO

Los que realizan el Camino desembolsan entre veite y treinta euros por cabeza y día, pero consideran los precios como adecuados. En lo que más invierten es en dormir

05 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La peregrinación a Santiago es una experiencia dura. En eso coinciden la gran mayoría de los que la hacen. Pero además del esfuerzo físico está el esfuerzo económico. Los primeros peregrinos, allá por el siglo X, eran respetados y protegidos por las autoridades, que fomentaban sus viajes otorgándoles excepciones en peajes y protegiéndolos de la rapiña de señores y mesoneros. Pero esos eran otros tiempos. Hoy en día todo aquel que se disponga a realizar el Camino tiene que salir con una buena base económica si quiere comer y dormir en caliente, si es que encuentra donde, que ese es otro asunto. Por lo tanto, partiendo de la base de que hacer el Camino no sale gratis, cabe preguntarse si acaba siendo un esfuerzo económico o no.

Con esto pasa como con muchos otros temas. Cada uno hace sus cálculos, unos mayores que otros, y cada uno tiene su opinión sobre el coste económico del trayecto, pues no siempre el que más gasta es que más se queja de los precios.

Victoria Muñoz

encabeza un grupo de once valencianos que completaron su peregrinación desde Astorga en seis días. Ella sola se habrá gastado unos 400 euros en el viaje, entre «comida, albergues, caprichitos y farmacias, que el camino cansa mucho». Donde más dinero se ha gastado ha sido en pasar la noche. Solían descansar en albergues, pero como en muchos casos estaban siempre llenos en alguna ocasión han tenido que recurrir a hostales, donde el precio aumenta. Aún así, Victoria no pone pega alguna y encuentra los precios correctos.

Parecido opina Vanessa Carretero , de Madrid, aunque matizando. «Siempre hay excepciones aunque en general los precios son buenos». Vanessa calcula en unos 300 euros sus gastos en poco más de una semana de viaje, con una media de 35 por día. «Sin contar el tren de vuelta a casa», puntualiza. Coincide con Victoria en que el mayor gasto se concentra en pagar por pasar la noche en un sitio. Ha dormido en lugares de lo más variados, desde una casa rural en A Rúa hasta una gasolinera en San Román, siendo lo más caro los hostales, con un precio de «entre 20 y 25 euros».

A pensiones también tuvieron que recurrir Javier Guillén y los primos Francisco José y Leo Tejedor , pero en su caso por motivos que les resultaron sangrantes. «En los albergues a los que vamos en bicicleta tenemos que esperar a que lleguen todos los peregrinos de a pie para después quedarnos con los sitios que quedan libres. Por eso hemos tenido que alojarnos básicamente en pensiones», dice Leo. Los precios varían considerablemente entre unas zonas y otras, pudiendo pasar una noche de los 45 a los sesenta euros por grupo. «Donde más se nota es en las ciudades, que son más caras. Además las instalaciones se podrían mejorar», comenta Leo. Su gasto ha sido de 200 euros por cabeza en los 10 días que han pasado sobre la bicicleta desde que arrancaran de Roncesvalles. Ana Cristina Calero, Beatriz Izquierdo, Alicia García y Alba Pascual son cuatro granadinas que llegaron al Obradoiro encabezando un grupo de once personas que había arrancado de Sarria. Alicia comenta que se habrán gastado unos cien euros de media cada una, que sale a 25 por día, pero no ve bien tener que pagar por un albergue público. «No me parece bien que cobren por algo que es público y sobre todo viendo como están las instalaciones de algunos albergues», denuncia.