«En vez de 500, hoxe podía haber 1.500 empresas na área do Tambre»

La Voz SANTIAGO/LA VOZ.

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Le arregló el coche a un cura a los 12 años, le obsesiona la mejora de imagen del sector y quiere el tren en A Sionlla

24 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

San Silvestre, en A Gracia, era una aldea de cuatro casas, sin electricidad e incomunicada, cuando Jesús Chenel llegó a este mundo. La concentración parcelaria (la segunda, tras Barcala) acercó al núcleo a la civilización, pero sobre todo iluminó la vida de un precoz amante de los coches, que veía una pista asfaltada para circular. El primer automóvil de la aldea, claro está, llegó a su casa.

Leyó por primera vez «mi mamá me ama» en la escuela de A Gracia, en la de los niños. Al lado estaba la de las niñas. ¿No se equivocaba de sitio? «Non, non. Non podía equivocarme», asegura Jesús. Pecado y paliza se conjugaban por entonces.

Con el tiempo, Chenel llegó a gran empresario de la automoción, pero su primera empresa fue clandestina: «Eu era monaguillo. Arranxeille o coche ó cura e cobreille sete pesetas. O crego indignouse, pero ¿como ía eu facerlle o traballo gratis?». Jesús tenía 12 años. No tardó en manejar piezas en varios talleres ajenos, antes de hacerlo en el propio. Ya cuando se casó, lo primero que hizo en su nueva casa de Meixonfrío fue abrir un foso y crear clientes. Nació inquieto y emprendedor. Un fuguillas: «Sí, saín así. O meu problema é que non descanso. Non sei como a familia aguanta vivir ó lado dun inconformista que vive en ansiedade permanente». Uff, caso médico. «¿Médico? Os análisis danme ben e o médico non ten nada que dicir».

Junto a Emilio Suárez, montó el primer tren de lavado en Compostela en Montero Ríos. Solo había uno en A Coruña. Tuvo que convencer a la gente de que la máquina no rayaba los vehículos. Al poco, no daba abasto. De ahí se fue a la avenida de Lugo-rúa Sar, donde asumió la agencia de Citroën. En Montouto amplió el espectro de actividades y realizó su fichaje estrella: su mujer Estrella: «As mulleres miran polas cousas para que nada saia mal e ven detalles que os homes non ven. Foi unha grandísima incorporación».

Como fue hace poco la de su hijo arquitecto, que diseñó la sede del Polígono del Tambre (21.000 metros cuadrados) en la que se asentó Noyamóvil como concesionario de Citroën y con varias marcas en las estancias. Abrió también en Padrón y está a punto de hacerlo en O Milladoiro.

Sus inquietudes le condujeron a la vicepresidencia de la Asociación Provincial de Talleres. «Unha das miñas loitas permanentes era velar pola limpeza e imaxe do sector. A súa credibilidade non era a mellor que podíamos ter». Curiosamente, años más tarde hubo un brote epidémico con los trucajes del cuentaquilómetros: «Alguén do sector díxome que iso era habitual e eu quedei dunha peza. ¿Como vai ser habitual?. Nin de broma. É tristísimo».

Un día bien señalado amaneció como presidente de la Asociación de Empresarios del Tambre. Chenel enumera una cadena de logros. El primero, la aprobación inicial de la normativa que dará cauce legal al polígono y permitirá que muchas empresas dispongan al fin de licencia de primera ocupación.

Luego, la ampliación del acceso al polígono (que Fomento ahora retrasa) y el vial que une el área empresarial con la carretera de Santa Comba: «Non hai que tirar casas nin nada, so salvar o Sarela. Aparte de axilizar o polígono, acabaranse os follóns de tráfico en Vista Alegre e Galeras. Moitos coches non terán que vir para nada á cidade como ocurre agora».

Y un dato importante: muchos empresarios piensan ya en tirar sus pastillas para dormir: está en proyecto un moderno sistema de vigilancia de videocámaras capaz de hacer que los cacos vuelvan por donde han venido.

Jesús Chenel verá expandirse en su mandato, tras un par de áreas para abrir boca, el suelo industrial de Santiago. Pero no puede evitar lamentarse del «fracaso administrativo histórico»: «Tardamos 25 anos en crear solo e iso é unha eternidade para a industria. Había cantidade de peticións de toda Galicia en época de bonanza. Hoxe en vez de 500 empresas podiamos ser 1.500, con moitos postos de traballo e riqueza. A cidade paralizouse moitísimo».

Pero prefiere atisbar el gran futuro que se avecina: «En poucos anos haberá cinco millóns de metros cadrados, 18.000 empregados directos e outros tantos indirectos». Un gran barrio: «Un barrio dos máis importantes da cidade». ¿Con tren y todo? «Conto que pase o tren polo Polígono do Tambre. Temos solicitado ese ferrocarril».

Una cosa que sí ansía el presidente de los empresarios es que desaparezcan las largas filas de coches en la zona norte. La ampliación de la AP-9 pintó calva la ocasión, pero Fomento se desvió de ese objetivo. Chenel aspira a que el Ministerio disponga un mejor enfoque vial.

Nacido en el campo, en San Silvestre (que depende de la parroquia de San Miguel dos Agros), Jesús le rinde culto al Santiago universal, y sobre todo al Santiago ancestral, el de su abuelo, en San Lourenzo, donde vivió los más entrañables años de su existencia moza. Le brillan sus ojos cuando le señala al periodista (que le agradece que viniese adrede desde Sanxenxo para eternizar ahí su imagen) la robleda, la casa familiar y la analepsis de sus correrías.