El Festiclown llevará alegría y esperanza a Palestina

La Voz

SANTIAGO

11 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El gallego Iván Prado, payaso y activista por los derechos del pueblo palestino, fue detenido y deportado de Israel el pasado mes de abril cuando se dirigía a preparar el primer Festiclown Palestina 2010, un festival internacional de payasos cuyo único objetivo no es otro que llevar la alegría y la esperanza a los palestinos.

Pero aunque la cruel realidad es tozuda resulta que la humanidad lo es más, y estos días Iván está realizando por Galicia la gira de presentación del Festiclown Palestina 2010, que se celebrará del 25 al 31 de octubre. Con este objetivo estuvo ayer en Santiago presentando el futuro festival y proyectando el documental Mashi: trasi que Trasi , rodado en abril del año pasado con motivo de una experiencia, que el clown define como «unha baixada aos sete niveis do inferno», a través de la mirada de unos payasos, una traductora y un cámara. El documental, según Iván, «retratou o encontro entre o mundo da alegría, da risa e tamén da rebeldía, e a xente que está resistindo a unha ocupación militar, a un xenocidio sistematizado, un auténtico parque temático do terror construído por Israel nesa zona».

Más, a pesar de ese cuadro de la humillación retratado por Iván, el payaso dijo tener suerte de «poder ver na mirada da xente a humanidade, esa mirada de esperanza, de confianza no futuro, incluso en tempos de guerra, incluso baixo a barbarie que viven». A través de la risoterapia, los talleres de clown y las actuaciones, el equipo logró crear «un lazo fraternal» que para Iván es una «especie de metáfora do que é a humanidade». De ahí que la idea nacida en el viaje fue la de llevar el Festiclown, nacido en Galicia, a Palestina como «unha especie de suplantación da ONU».

En ese sentido, el equipo de payasos del Festiclown que irá a Palestina serán como «os cascos vermellos da risa». Iván aprovechó para denunciar cómo, tras la matanza del barco, la ONU, la UE y España, «están a dicir cousas tan bárbaras como que hai que entender o punto de vista dos asasinos, como se aquí houbese dous bandos. Aquí só hai un bando, que é a humanidade. O que está en perigo en Palestina é o futuro da humanidade entendida como un entramado de relacións, afectos e seres vivos que conformamos a humanidade».