La gallega Jéssica Bouzas gana a Paula Badosa y avanza en el Másters de Madrid

Un acceso a la aldea de Rialiño enfrenta a una familia con la comunidad de montes de Dodro

DODRO

17 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Una familia del núcleo de Rialiño, en el municipio de Dodro, está «indignadísima» con el proceder de la comunidad de montes Balouta e Fontecoba. Dicha familia abrió de forma reciente un acceso hacia la aldea por una finca de monte de su propiedad, en la que días atrás instaló unos postes que delimitan la zona de entrada. Lo hizo, según su versión, porque en esa zona existe «un camiño de monte de toda a vida» por lo que considera que tiene derecho a adecentar una entrada desde el mismo.

Pero, para sorpresa de esta familia, hace una semana que aparecieron frente a la entrada a la finca varios surcos hechos en la tierra, en este caso por la comunidad de montes Balouta e Fontecoba, que así lo reconoce. Los surcos se pueden ver, únicamente, a la altura de las dos fincas propiedad de esta misma familia y, con ello, se cierra el paso hacia las parcelas con lo que la propietaria de las mismas está tan indignada y enfadada que anuncia que llegará «ata as últimas consecuencias» para defender lo que considera que tiene derecho.

Esta persona explica que abrió el acceso desde el monte con la idea de que pueda usarlo toda la aldea, una vez que las pistas interiores del núcleo de Rialiño son tan estrechas que malamente puede circular un vehículo pequeño, sin contar las piedras que hay de por medio. «Se un día é necesario que veña un ambulancia ou un camión grande, pode entrar pola miña finca», asegura la propietaria que insiste en que puede hacer lo que hizo, una vez que la parcela da a un camino de toda la vida, cuenta.

Terreno comunal

La mujer está molesta con la comunidad de montes porque entiende que únicamente la quiere perjudicar al abrir los surcos frente a sus parcelas y, con ello, cerrarle el paso. Ya no entiende como la entidad quiere hacer una plantación en una zona en la que todavía hay árboles a pie y lo ve como un ataque a sus derechos. Es por ello que asegura que se moverá.

La versión de la comunidad de montes Balouta e Fontecoba es otra. Esta reconoce la existencia del camino, pero precisa que está en monte comunal del mismo modo que la finca particular linda con el terreno de la comunidad. La entidad añade que la familia de Rialiño modificó sin permiso la condición del camino al hacer un relleno, «cando non debe nin pode». En este sentido, recordó que esos terrenos están afectados por un proceso de concentración parcelaria de monte privado y que van a acabar en manos particulares.

La comunidad reconoce abiertamente que hizo los surcos en la tierra a propósito, con el fin de «tomar posesión do noso terreo» y con ello «obstaculizar» el paso por la pista. Insiste en que la familia debió pedir permiso para actuar en el camino del monte pero, en cualquier caso, descarta por completo que la entrada a la finca se convierta en un acceso permanente. Asimismo, aclara que no se trata de ir contra esta vecina en particular sino que haría lo mismo si se tratara de otra persona una vez que, señala, « a nosa obrigación é defender o terreo comunal por riba de todo».