No hay duda de que la afición musical en Santiago es de las buenas. No hay más que ver las colas que se forman estos días ante las iglesias en las que se celebran los tres conciertos diarios del Festival de Músicas Contemplativas que organiza el Consorcio y tiene el sello de Denís Hombre , director de programa del organismo interadministrativo. Ayer hubo más suerte en la espera ante la iglesia del convento del Carmen, a las ocho de la tarde, porque la lluvia hizo un alto en el diluvio que adorna este comienzo de primavera. Pero el lunes no dio casi tregua al largo centenar de personas que desde una hora antes y provistas de paraguas formaron una larga fila por el patio y las escaleras exteriores del convento de San Francisco para escuchar, con frío y durante más de tres horas, la Misa en si menor de Bach que interpretó la formación inglesa The Sixteen Choir & Orchestra. No hay otra opción, porque si bien los conciertos son gratuitos, los aforos son distintos según de qué iglesia se trate, y el acceso es por riguroso orden de llegada previa recogida de la entrada. La diversidad de opciones del programa, siempre dentro de la filosofía de una música espiritual y con una marcada identidad cultural, despierta interés en los ciudadanos con inquietudes y curiosidad. Hay llenos hasta en las actuaciones que se celebran al filo de la medianoche en la Igrexa da Universidade. Allí se podrá escuchar hoy música sufí del Alto Egipto, interpretada por Sheikh Taha , un joven jeque que vive en plan místico a pocos kilómetros de Luxor. Ayer fueron melodías mongoles que cantó Urna , diva de la canción asiática. La cita de mañana es con música de Azerbaiyán, y la del viernes con la de Uzbekistán. Pero entre las opciones de hoy, a las diez de la noche se celebra el esperado programa de Haendel en la iglesia de Ánimas a cargo de la famosa soprano Emma Kirby y la London Baroque. Y en las de mañana tienen música barroca de los países bálticos en San Martiño Pinario y canto francés del siglo XVII en Ánimas. Peregrinación literaria. Ya se sabe que el Camino de Santiago, en su totalidad o por etapas, se hace por muchas y variadas razones. Y la escritora Ángeles de Irisarri estará en día 20 de abril en Compostela para abrazar al Apóstol, y posiblemente cruzar antes la Puerta Santa, después de una mini peregrinación por algunos de los lugares que aparecen en su última novela, La estrella peregrina , que le acaba de publicar la editorial Suma de Letras. Narra la peregrinación, en el año mil, de una dama bretona, una historia de aventuras a lo largo del Camino Francés para pedir el favor del Apóstol para su hija enana, en la que aparecen reyes y personajes de la España medieval. La oportunidad jacobea es apropiada, también, para la literatura. Y en este caso la autora, nacida en Zaragoza en 1947 que empezó a publicar novelas y cuentos después de los 40 años, enmarca todas sus historias en la Edad Media. Fue archivera y profesora de instituto, y desde hace unos años trabaja en una agencia de publicidad y es colaboradora en distintos medios de comunicación. Irisarri no llegará sola, porque según cuenta Rocío Calderón , el sello editorial organiza esta peregrinatio de promoción literaria, y prevén visitar el pazo de Brandesco, el que Ramón María del Valle-Inclán convirtió en escenario de los amores del marqués de Bradomín en Sonata de otoño , y en el que el propio Valle residió algún tiempo. Feria caballar. En la plaza de toros portátil instalada en Padrón con motivo de las fiestas de la Pascua, la Asociación Pura Raza Cabalo Galego, de la que es coordinador general Jacobo Pérez Paz , celebra el domingo un programa con el que disfrutarán los aficionados a los caballos. Empieza a las diez de la mañana con la prueba para caballos y yeguas puntuable para el Campeonato Gallego Morfológico de pura raza gallega Copa Galicia- Xacobeo 2010. También están anunciados concursos de Andadura Galega serrada y chapeada , así como la presentación de la sección de doma de la asociación gallega. El cierre lo pondrá un espectáculo ecuestre a cargo de la compañía de Tomás Besada.