A pesar de las bajas, plantó cara al Alicante en todo momento y llegó con opciones al tramo final
28 dic 2009 . Actualizado a las 02:53 h.El Obradoiro estuvo muy cerca de sumar otro milagro. Sin Jackson, Manzano ni Alfonso Sánchez, con Kostas Vasileiadis mermado y fallón en el tiro y con la presencia casi testimonial de Oriol Junyent estuvo a punto de sorprender al Alicante. Le faltaron un pelín de gasolina en el tramo final y de fortuna en momentos en los que pudo abrir brecha. Amparado de nuevo en una defensa zonal bien interpretada, incomodó al rival y llegó con opciones hasta casi el último minuto. Ahí tuvieron más aplomo los locales.
Los gallegos empezaron el primer cuarto con fuerza, poniéndose con un 0-4 en el marcador pero errando en exceso bajo el aro rival. Este desacierto lo aprovechó el Alicante que, de la mano de Austin, lograba un parcial de 10-0 y le daba la vuelta al marcador, poniendo un 10-4 favorable a los locales.
A base de intentarlo, los visitantes lograron reaccionar y recortar distancias en el luminoso. Dos tiros libres de Terry colocaron un ajustado 10-9 que evitaba que los gallegos se descolgaran nada más empezar el partido.?De ahí al final, la igualdad fue la tónica dominante del período y solo un triple de Urtasun, a falta de 25 segundos del final, abrió una pequeña brecha en el marcador (23-18).
En el inicio del segundo cuarto, el Alicante salió como un huracán. Le entraban los triples y a falta de 4:20 para el descanso había ampliado su ventaja a catorce puntos. Sin embargo, el Obradoiro supo reponerse a la adversidad y, haciendo un gran derroche físico, logró reducir distancias con un parcial de 7-0 a falta de dos minutos para el descanso, liderados por un Bulfoni que en este punto del partido ya se había convertido en el máximo anotador de su equipo con ocho puntos.
Tras el gran esfuerzo realizado por los gallegos, el conjunto de Curro Segura no se dejó ir y continuó apretando a los alicantinos, realizando un nuevo parcial de 0-5 gracias a un triple de Stanic que obligó a Óscar Quintana a pedir un tiempo muerto para intentar romper el ritmo que estaban imponiendo los santiagueses. Sin embargo, no sirvió de nada y el Obradoiro Xacobeo siguió apretando las tuercas a un Alicante que vio como la renta de catorce puntos que había adquirido quedaba reducida al 45-40 con el que se llegó al descanso.
A la vuelta de los vestuarios, se vio el cuarto más equilibrado del partido. El Obradoiro no dio su brazo a torcer y con mucho trabajo y esfuerzo siguió recortando distancias y a falta de 3:47 dos tiros libres de Terry pusieron el 52-49 en el electrónico. No obstante, los alicantinos dieron un nuevo arreón con un triple de Hill, que daba oxígeno a los locales. ?Si el encuentro estaba emocionante hasta el momento, Terry, desde la linea de tiros libres, anotó el 57-56, apretando todavía más el electrónico y añadiendo tensión al choque, que llegaría al cuarto y último parcial con un 60-59 y todo por decidir.
Delantera fugaz
Los diez últimos y definitivos minutos empezaron de la mejor forma posible para los gallegos. Un triple de Terry daba la primera ventaja del partido a los visitantes (60-62 a falta de 8:36 para el final).
No obstante, le duró poco la alegría a los santiagueses, ya que en este punto los locales reaccionaron y tomaron el control del choque. De la mano de Katelynas, casi inédito hasta el momento, que anotó ocho puntos en este período, volvieron a ponerse con ventaja en el marcador y aumentaron las diferencias hasta establecerlas en el 82-75 definitivo.
El Obradoiro echó de menos los puntos de Kostas Vasileiadis, que pudo jugar sobreponiéndose a su fascitis plantar. Pero esta vez no le entraron los triples y, a pesar del buen trabajo de todo el colectivo, con eso no fue suficiente para anotar una nueva y heroica victoria. Faltó poco.