Santiago pierde fuerza comercial y mercado en su zona de influencia

SANTIAGO

Las áreas de Lalín y Padrón rebajan su interés por la capital, que no percibe mejoras por las nuevas autovías

22 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Santiago era hasta hace unos años casi el único referencia de un elevado número de municipios, cercanos o no, para realizar sus compras. Esta situación ha ido cambiando y ahora sus clientes potenciales se están reduciendo casi al mismo ritmo que se abren nuevas áreas comerciales en zonas como Lalín, Padrón o en localidades más cercanas como Milladoiro o Bertamiráns. Cada vez más, aquellos que hasta hace poco se desplazan a Santiago para compras diarias, sobre todo de alimentación, ya no se mueven de sus lugares de residencia.

De acuerdo con el último informe de Caixanova, el área de influencia de Santiago se extiende a 37 municipios, entre los que se encuentran los de las comarcas más próximas, pero también de otras más alejadas como Barbanza, Noia, Fisterra y A Estrada, así como dos subáreas comerciales de Lalín y Padrón. En total 482.379 personas, que dejan a Santiago como la tercera ciudad por su potencial comercial de Galicia, solo superada por las áreas metropolitanas de Vigo y A Coruña.

Aunque se trata de una población que potencialmente puede ser cliente de los comercios de la capital gallega, lo cierto es que buena parte de este mercado es compartido con otras áreas comerciales de A Coruña, Pontevedra, Ourense e, incluso, Lugo. Según comentó Juan Carlos Losada, gerente de Área Central, sus estudios indican que la clientela de Santiago no se extiende tanto como revela el informe de la entidad financiera. De hecho, la apertura de centros comerciales en Lalín hizo que Santiago perdiera prácticamente todas las visitas por cuestiones comerciales tanto de esta localidad como de otras próximas como Silleda. Incluso, la afluencia de compradores de Padrón es cada vez más escasa y los residentes en Melide -incluidos en el censo de Caixanova- ni siquiera aparecen en los estudios comerciales que frecuentemente realiza Área Central. La localidad de Ordes es un caso similar y, según Losada, solo uno de cada diez consumidores de Ordes que se desplazan fuera de su municipio lo hacen hacia Santiago y los nueve restantes van a Coruña.

Tampoco la apertura de nuevas autovías han permitido recuperar atractivo a Santiago. Ni de Noia vienen más ni tampoco se percibe la llegada de más clientes que puedan usar la autovía de Teo para sus desplazamientos.

Un caso especialmente curioso ocurre con el municipio de Padrón y, es que pese a su cercanía, Santiago no consigue atraer a estos clientes, que prefieren quedarse claramente con sus superficies medianas y, sobre todo, con su oferta dominical para la alimentación. Curiosamente, mientras de Padrón vienen pocos clientes, de Barbanza proceden un importante número de clientes. En este caso, la autovía sí que ha permitido mejorar los desplazamientos y optar por la oferta de Santiago frente a la de Pontevedra, supuestamente por ser mejor y más amplia la de Compostela.

Frente a la pérdida de clientes debido a la apertura de áreas fuera de Santiago, por los estudios de otras zonas se percibe que tanto Decathlon y Leroy Merlin suponen un atractivo para desplazarse a Santiago y, de ahí, que personas de localidades tan alejadas como Ourense están acudiendo a otros centros de la ciudad después de pasar por Costa Vella.