Factoría Compostela inaugura el viernes su galería con obras de artistas internacionales

C.?P.

SANTIAGO

22 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La galería C5 Colección se reconvierte desde el próximo viernes en Factoría Compostela. El espacio, que desaparece como tal del edificio modernista de la rúa do Castro, al lado de Xeografía e Historia, reanuda su actividad en el edificio rehabilitado de la rúa da Conga, promovido y dirigido por Concha Fontenla.

La sede compostelana arranca con una exposición que reúne a artistas internacionales de primer orden, con Claudia Giannetti de comisaria. La propuesta plantea un interrogante tan abierto como el del título de la muestra: ¿Qué es lo que hace a los espejismos de hoy tan diferentes, tan atractivos?, con obras de Giselle Beiguelman, Joan Fontcuberta, Lino Lago, Glenda León, Enrique Marty, Gisela Motta & Leandro Lima y David Trujillo. En la inauguración intervendrá la comisaria y reputada experta en nuevas tecnologías, Claudia Giannetti, colaboradora de centros de arte como el Moma de Nueva York y el ZKM de la ciudad alemana de Karlsruhe.

La galería de arte es una de las vertientes de Factoría Compostela y su apertura inicia un programa de actividades con el que se pone en marcha este espacio de creación y experimentación artística. Este ambicioso proyecto que promueve Concha Fontenla se activa en sus dos sedes o factorías, en La Habana y en Compostela, con el objetivo de convertirse en una «alternativa a los espacios canónicos» del arte, en la senda que la misma promotora y directora del proyecto creó con A Chocolataría, el espacio que funcionó durante un año de forma expresa en las instalaciones de la antigua fábrica de chocolate Raposo. La iniciativa se propone abordar la necesidad de redefinir «los complejos y cambiantes puntos de contacto entre la sociedad y las manifestaciones artísticas contemporáneas, cada vez más intersticiales».

Factoría Compostela abre sus puertas meses después de que lo hiciera en la capital cubana la Factoría Habana, en un edificio rehabilitado de La Habana Vieja en el marco de los programas de la Oficina del Historiador que dirige Eusebio Leal.