La llegada masiva de peregrinos desborda la capacidad de acogida en Negreira

Emilio Forján

SANTIAGO

08 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Cada día la masiva afluencia de peregrinos desborda la capacidad para 22 personas del albergue de Negreira, donde termina la primera etapa del Camino de Fisterra. La norma dice que, superada esa cifra, el resto debe buscarse acomodo donde puedan: colchonetas, tiendas, pensiones u hoteles.

Pero el problema gordo se produce cuando llegan grupos numerosos de más de veinte personas, que es lo que ha pasado en los últimos días. Las autoridades locales se están viendo desbordadas ante el «pasotismo», dicen, del Xacobeo, que rechaza instalar una carpa aledaña al albergue para paliar la escasez de alojamiento. Un problema añadido este verano es que el pabellón de deportes está en obras, por lo que las únicas alternativas son el instituto o el colegio públicos.

Lo vivido entre el sábado y el lunes, lo resumió ayer Jorge Tuñas Caamaño, concejal de Cultura negreirés, quien vivió en primera persona el overbooking xacobeo de este verano en la capital de Barcala: «O sábado entrou un grupo de 55 persoas de Albacete, que foron aloxadas ata o luns no ximnasio do colexio. O luns, acomodamos un grupo de 25 persoas de Valencia nos vestiarios do campo de fútbol. O problema é que tamén entrou outro grupo de Ponferrada, e logo outro de Bonxe».

Por si esto fuese poco el colofón llegó cuando a media tarde del lunes se encontraron con cuarenta personas de Madrid, a las que hubo que llevarlos al gimnasio del instituto «ou do contrario terían que dormir na rúa, e imaxínate a estampa do noso pobo», concluyó.

Cuenta Jorge Tuñas que llevan reclamando desde el 2007 la construcción de un segundo albergue «ou cando menos que ofrezan algunha alternativa». Un mero parche fue que el Concello decidió instalar fuera del albergue cinco tiendas de campaña con capacidad para entre seis o siete personas cada una. El problema es que este año tienen orden «taxativa» desde el Xacobeo de no montar las tiendas. La razón: «Textualmente dixéronme que parecía un campamento de xitanos, dicíndome que a xente que se busque a vida».

La proximidad en el tiempo con el Año Santo 2010 hace que todo el «descontrol» que denuncian abiertamente peregrinos, hosteleros o responsables municipales cobre, si cabe, mayor relieve. Lo que se preguntan todos estos días es obvio: «¿Y qué pasará el año que viene?». Pues o se toman medidas o la situación será aún más caótica.

Este panorama ya está en internet: «Hay mucha gente en el albergue de Negreira. Se duerme en cualquier sitio, por el suelo. Nosotros tenemos suerte de tener cama. El tiempo de los pequeños albergues del Camino del Norte está ya lejos». Otro dice: «El albergue estaba casi lleno, cuando nosotros llegamos quedaban solo las cuatro camas que ocuparemos nosotros».