El nuevo PXOM arranca ya con la programación de diez suelos

La Voz

SANTIAGO

04 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El nuevo Plan Xeral ya está en marcha. Incluso antes de que la totalidad de sus directrices hayan entrado en vigor -falta la publicación de la parte que la Xunta aprobó todavía anteayer-, el Ayuntamiento ya ha asumido la redacción de los planeamientos de siete suelos y ha aprobado inicialmente uno de carácter privado, aunque le consta que los promotores de otros dos están ya en ese mismo proceso, para solicitar su visto bueno inicial.

Con los últimos suelos del anterior PXOM ya en construcción, el Concello ha querido ir adelantando trabajo para cuando el nuevo entrase en vigor y solapar así algunos de los largos plazos administrativos para su programación. Así lo ha hecho con los planes de sectorización de los cinco suelos que conformarán el ensanche norte, los de Pulleira, Mallou, Cancelas-Muíña, Amio Norte y Amio Sur, todos de carácter público y que sumarán unas 10.000 viviendas. El primero ya lo tiene aprobado de forma inicial y los demás están en la fase de redacción. Pero Raxoi ya tiene encargada también la redacción del planeamiento de Bando donde se hará un campo de golf y chalés, además de un hotel, y que se tramitará en paralelo con un suelo industrial en la salida de A Coruña.

Pese a la crisis del sector, la iniciativa privada también se ha puesto a trabajar en tres suelos. Uno de ellos, en Monte do Seixo, ya tiene su plan parcial aprobado de forma inicial. Será el primero que se desarrolle con el nuevo PXOM, con el impulso de la asociación local de promotores, Aprocosa, que participa en la gestora que promueve ese residencial de casi 300 viviendas. Pero otros dos proyectos privados, en Conxo y en Vite, están ultimando ya su plan de sectorización, que presentarán pronto al Concello, lo que eleva a una decena ya los suelos que están o estarán en breve en tramitación con el nuevo PXOM, que en parte ya está en vigor desde diciembre del 2007, tras la primera aprobación parcial de la Xunta en octubre de ese año.

Aunque tendrá una vigencia de 12 años, el Plan Xeral nace ya con un compromiso de revisión para el rural mucho antes. Ante las rigideces que los vecinos de ese medio cuestionaron al aprobarse el nuevo planeamiento, el Concello asumió revisarlo en el plazo de cuatro años desde la entrada en vigor del documento, o en el plazo máximo de dos años si media antes un cambio en la ley.

Si hubiese modificaciones normativas, el Plan Xeral se adaptaría a ellas en ese plazo. En caso contrario, en el plazo de cuatro años se analizará cuál es la situación para ver si es posible introducir cambios más favorables, aunque el Concello indica que ahora mismo se ha hecho todo lo que se podía con la actual normativa autonómica, que además es «taxativa», dice el alcalde, en cuanto a la determinación y extensión de los núcleos rurales.