Agua con fecha de caducidad

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La instalación de Pontemuiños aprovecha la energía calorífica de Ence

17 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La piscina de Pontemuiños, que algunos siguen llamando del poblado de Celulosas, se inauguró oficialmente el 1 de marzo del 2006 siendo presidente de la Xunta Emilio Pérez Touriño. La instalación cuenta hoy con unos 3.500 abonados y más de 5.000 usuarios, según datos de la Fundación Rías do Sur.

Casi cinco años antes, el 4 de octubre del 2001, se estrenaban en ese entorno las obras de la urbanización de Pontemuiños, consistentes en la mejora de viales, abastecimiento de agua, alcantarillado y alumbrado. Pero esa vieja reivindicación vecinal se había empezado a plasmar mucho antes, en mayo de 1999, cuando el Concello de Pontevedra aprobó un convenio con Ence para la cesión de los terrenos de su propiedad en el poblado de Celulosas.

Antes de la inauguración de la piscina, la Fundación Rías do Sur y Ence sellaron un acuerdo de colaboración mediante el cual la instalación recibe agua caliente gratuita de la pastera a través de una tubería en circuito cerrado. «El agua llega a Ence, recoge el calor y cuando llega a la piscina, mediante un intercambiador, pasa a distintas zonas como el vaso y las duchas», comentó el presidente de Rías do Sur, Ramón Meiriño.

El convenio se prorrogó automáticamente y en la actualidad está pendiente de que se firme un nuevo acuerdo. Esta situación nada tiene que ver con el anuncio lanzado el pasado lunes por Ence, que ve inviable su traslado a otra ubicación y pide seguir en la ría más allá del 2018. Fuentes de la empresa indicaron ayer que el convenio se renovará «pronto» y achacaron el retraso al cambio en la dirección de la factoría de Lourizán.

Desde Rías do Sur no se pronunciaron sobre una hipotética salida de Ence de la ría. Aludieron a que, de producirse ese escenario, tendrían que buscar otro sistema de energía para la instalación y que, según sus cálculos iniciales, conllevaría un desembolso de entre 150.000 y 200.000 euros. «La colaboración que nos presta Ence es muy importante y mientras sea posible estamos muy agradecidos», apuntó Meiriño.

El acuerdo también contempla otras ventajas para vecinos y empleados de Ence. Así, los residentes tienen la matrícula gratuita y los niños cursos para aprender a nadar. El uso de la instalación también es libre para trabajadores de la pastera.

El debate sobre la pastera también toca a la piscina

Personal de la fábrica y vecinos del poblado tienen ventajas en el uso del recinto

Fuentes de la empresa señalan que el convenio de colaboración se renovará «pronto»