Dos exalumnas premiadas por el ministerio relatan cómo ven el futuro
06 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Sheila Pazos Silva (Ginebra, 1986), licenciada en Bellas Artes, y Ana Sánchez Hermida (Pontevedra, 1987), diplomada en Ingeniería Técnica Forestal, comparten además de residencia en el municipio un expediente brillante. Las dos exestudiantes de la Universidade de Vigo recibieron diversos reconocimientos, entre ellos, el Premio Fin de Carrera de la Xunta y el segundo Premio Nacional a la Excelencia en el Rendimiento Académico Universitario 2008-2009 del Ministerio de Educación.
Esos méritos no les garantizan, de momento, un trabajo. Eligieron sus titulaciones por vocación. Acuden al encuentro con La Voz sin conocerse. Ana está en paro y sigue estudiando, mientras que Sheila es becaria y también optó por seguir formándose. Las dos viven de momento con sus padres y no piensan en otros proyectos vitales. «No te puedes plantear cosas mientras no tengas algo que te dé cierta estabilidad -apunta Ana-. A veces me pregunto si vale la pena o no estudiar una carrera, porque conozco casos de gente que hizo un ciclo formativo y tiene trabajo».
Pese a esa reflexión tanto ella como Sheila creen que ampliar sus estudios debería suponer, a la larga, un plus a la hora de encontrar un empleo. «Hay que seguir abriendo puertas, por eso decidí seguir estudiando», apunta Sheila, que habla francés y alemán porque sus padres emigraron a Suiza, país donde vivió catorce años. Esta joven compagina la redacción de su tesis doctoral en Bellas Artes con los Estudios Superiores de Diseño Téxtil e Moda de Galicia (Esdemga). En su currículo figuran también dos másteres, uno en Arte Contemporáneo, Creación e Investigación y otro en Infografía 3D.
Sheila obtiene algún ingreso con la venta de su obra como artista, «aunque no da para vivir». Su campo es la fotografía y trabaja con una galería de Santiago. La crisis y los casi cinco millones de parados que roza España le inquietan a ambas. Están cansadas de malas noticias y Ana prefiere no seguir la tele. «Cuando mejore la situación que me lo digan», bromea.
De momento, están preocupadas, pero no agobiadas por la situación del mercado laboral. Los 30 todavía se ven lejos y hay cierto margen de maniobra. Puestas a pedir, a Sheila le gustaría trabajar en una firma del sector textil y, si pudiera ser, «montar mi propia empresa». Tampoco descarta acabar en la universidad: «Es algo más fijo y menos arriesgado».
Ana, que realiza un máster a distancia en prevención de riesgos laborales, trabajó dos años como becaria en una empresa del sector forestal cuando acabó su diplomatura. «La crisis obligó a reducir personal...», comenta. En su caso, se defiende con el idioma francés y admite que el inglés «es una asignatura pendiente». «La mayoría de los anuncios que veo son de comerciales, mis padres me dicen que me centre en el máster y que no me agobie», relata.
A Ana le gustaría trabajar en una empresa del sector forestal y medioambiental: «En Galicia hay mucha masa forestal, pero no hay gestión». Y con la está cayendo, ¿prefiere la empresa pública o la privada? «En la privada no hay horario, la pública está un poco mejor, o eso se supone, pero tengo claro que si no sale nada habrá que buscarse la vida e intentarlo fuera de Galicia o en el extranjero».
«Si pudiera elegir me gustaría montar mi propia empresa, dice Sheila Pazos
Ana Sánchez
se pregunta a veces si vale
la pena estudiar una carrera