La ilusión de quince jóvenes tras los pasos de Pepe «Malecho»

á. m. pontevedra / la voz

PONTEVEDRA

04 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El Club Waterpolo Pontevedra nació de forma casi casual hace ahora trece años. Pero los quince jóvenes que dieron forma a este proyecto tomaron el testigo de una generación que en los años treinta introdujo el waterpolo en la ciudad del Lérez.

Durante los años previos a la Guerra Civil, José Rodríguez Ruibal (conocido como Pepe «Malecho») promovió el primer equipo de waterpolo, que nació en el seno de la Sociedad Gimnástica. Durante esos años, los partidos se jugaban en la dársena de las Corbaceiras frente a equipos de Vigo, Cangas y otras poblaciones cercanas. La guerra puso un paréntesis que se cerró en los años cuarenta, en los que Pepe «Malecho» consiguió sacar adelante un nuevo equipo con el que disputó hasta mediados de los años cincuenta una liga local contra equipos de la zona. Pero en una época en la que el waterpolo se jugaba en el río, el desarrollo industrial provocó la desaparición de esta actividad deportiva en la ciudad.

El legado de Pepe «Malecho»

Tuvieron que pasar más de cuarenta años para que Pontevedra volviese a tener un equipo de waterpolo pero, como no podía ser de otro modo, la herencia de Pepe «Malecho» sigue presente en esta nueva etapa. Hoy continúan en el equipo cuatro de los quince jóvenes que dieron lugar a esta nueva etapa del waterpolo pontevedrés. Y entre estos, ademas de Javi de Saa y Juanjo Vázquez, se encuentran los gemelos Juan y Pablo Rodríguez, nietos del pionero Pepe «Malecho». Hoy forman parte del equipo absoluto masculino, que el pasado año levantó su primer título como vencedor de la Copa gallega, además del subcampeonato en la liga. Este año lucharán de nuevo por conseguir un nuevo título y pelear por un ascenso que el año pasado ya estuvo al alcance de la mano.

El poder de las féminas

Junto a ellos, el equipo absoluto femenino ya se ha ganado el respeto de todo el waterpolo gallego al alzarse la pasada temporada con los dos títulos en juego, Liga y Copa, a los que añadieron el pasado fin de semana, una Supercopa que ya se habían ganado por derecho al conseguir ambos títulos el curso anterior.

El espíritu de Pepe «Malecho» sigue vivo a las orillas del Lérez.