Las discrepancias entre el gobierno local de Bueu (BNG) y el principal grupo de la oposición (PP) se convirtieron ayer en una guerra abierta de declaraciones y acusaciones después de la suspensión forzosa del pleno del miércoles. La sesión no se celebró porque la edila del PP, Susana Canosa, acusó al alcalde de no haber convocado la cita conforme a la legislación vigente, ya que varios ediles populares no fueron notificados a tiempo. El regidor, el nacionalista Félix Juncal, se defendió con un informe de la Policía Local donde se explicaba que había sido imposible hallar a los concejales aludidos. Canosa rompió el informe en el pleno y exigió la suspensión de la sesión, petición que fue aceptada por el gobierno local.
Al valorar la situación, la edila popular recalcó lo que a su entender fue una muestra más de la «falta de respeto y ninguneo hacia los concejales del PP», del que la no notificación del pleno sería la gota que colmó el vaso. Recordó que tienen obstáculos para hacer la fiscalización del gobierno y ver expedientes.
Canosa se reafirmó en su actuación antes del pleno, señalando que no rompió el informe de la Policía Local porque no lo aceptase, sino porque en el Concello hay un funcionario notificador y el problema del miércoles no es la primera vez que pasa. «Mi actitud no la veo como señal de mala educación ni falta de respecto hacia la Administración», afirmó al tiempo que arremetió contra el regidor, a quien acusó de actuar con formas «caciquiles».
Nueva convocatoria
En referencia a Juncal, Canosa lamentó que cada vez que el regidor «hace las cosas mal», el alcalde intenta escudarse en otras personas, «haciéndose la víctima». La líder popular concluyó reclamando la convocatoria del pleno suspendido y que esta se haga «en tiempo y forma».
Por su parte, el alcalde accidental, el nacionalista Martín Villanueva, señaló que, para el BNG, la actitud de Canosa obedece a una estrategia para intentar «sacar de quicio» al gobierno local. Villanueva aseguró que el PP no se saldrá con la suya y que enmarca este tipo de actuaciones «na normalidade da vida política» ante unos populares que cree que están nerviosos.
En cuanto a la rotura del informe de la Policía Local, Villanueva incidió en que le parecía «un dos xestos máis maleducados que recordo desde que son concelleiro». Además, recordó que todos los ediles sabían que tocaba el pleno el pasado miércoles y que, por causas varias, hubo también ediles del BNG que no fueron notificados, pero que sí acudieron al pleno.