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Las Inspecciones de Sanidad y Educación dicen «adiós»

Benito Lérez redac.pontevedra@lavoz.es

PONTEVEDRA

16 dic 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

En Vilagarcía hay una reciente tradición vecinal de tomar las uvas de la suerte en la plaza de Galicia el mismo día 31 diciembre a las doce de la mañana, pero no son los más madrugadores en festejar la despedida del año. En Pontevedra las uvas más adelantadas y originales del fin de año son las que se toman los funcionarios y funcionarias de la Inspección Sanitaria del Servizo Galego de Saúde, al ritmo del gran bombo de Manuel Cabaleiro. Fiesta doble. Estos trabajadores de la Inspección Médica, como otros muchos de la Administración Pública y de las empresas privadas, se reúnen cada año por estas fechas en una cena navideña, con la particularidad de que ellos celebran además del Nadal el Año Viejo. Esta vez la fiesta se montó en el restaurante Don Pepe y tras la contundente toma de las uvas, que dejó medio sordos a algunos comensales, brindaron por un 2009 repleto de buena salud para todos, como no podía ser menos. Por cierto el instrumento de percusión que tan bien manejó Manolo Cabaleiro (nada que ver con Manolo el del bombo) pertenece a Pepe, un forofo de la Unión Deportiva O Grove. De todo hay en la viña... A esta cena acudieron funcionarios de la Inspección Médica en ejercicio, personal sanitario y no sanitario adscrito al departamento, en situación de excedencia o actualmente en comisión de servicios en otras áreas de la Administración. Entre los asistentes estaba la subdirectora xeral de Inspección Sanitaria, Isabel Belver, Felix Arias, Celsa Gómez, Pepe Seco, Mar Novo, Belén Cartimil, Toño Larriba, Gloria Braña y mucha más gente de Pontevedra, Santiago y Vigo.

El otro «adiós» lo dieron ayer los inspectores de enseñanza de la provincia al emblemático edificio de la Alameda, que abandonará la Delegación de Educación en enero para trasladarse a la nueva sede de la Xunta, en Campolongo. Aprovechando la celebración de una junta general de inspectores de Educación de la provincia, quisieron posar ante la fachada del singular edificio y rememorar su larga historia, siempre vinculada a la enseñanza. Primero fue la Escuela Normal, donde se formaron los antiguos maestros, después fue el primer Instituto Femenino Valle Inclán y más tarde se convirtió en Delegación de Educación. Gerardo Fentanes, José Ramón Pereiro, Paz Lamela, Margariña Valderrama, Rogelio Pérez Poza, José Antonio Fraga, Rosa Pérez y Adoración de la Fuente, entre otros, se hicieron la foto de recuerdo.

Como dice la canción, «canta y no llores». Y eso hicieron ayer los cientos de pastorcillos de los colegios de la ciudad que fueron al Concello y a la Diputación a cantar villancicos, donde fueron recibidos por el alcalde, Fernández Lores, y la vicepresidenta provincial, Teresa Pedrosa, respectivamente.