El grupo municipal del Partido Popular ha hecho sus cálculos y concluye que el Concello de Pontevedra tiene facturas pendientes de pagar por valor de unos quince millones de euros. Sin embargo el gobierno local, por medio de su concejal de Facenda, Raimundo González Carballo, rebajó esa cifra hasta unos ocho millones de euros, que sería el montante de un expediente de reconocimiento extrajudicial de deuda que está en marcha en estos momentos.
El concejal del PP Jacobo Moreira explicó en rueda de prensa las cuentas que hace su grupo: ocho millones, afirmó, que reconoce el propio gobierno local y que iría a ese reconocimiento extrajudicial; 3,7 millones más que el Concello debe a la Diputación por certificaciones no abonadas por la obra del estadio de Pasarón; y cuatro millones más que, según fuentes del propio PP, estarían también pendientes de pagar a pequeñas empresas, contratistas y otros proveedores del Concello. En total, subrayó Moreira, «una cifra más cercana a los 16 millones que a los 14».
Estos cálculos sirven al PP local para afirmar que el gobierno municipal «está asfixiando a las pymes de Pontevedra».
Por su parte, el concejal de Facenda aseguró que las facturas impagadas no superan los ocho millones, y excluyó de esta cuenta pendiente el caso de Pasarón. Raimundo González reiteró que la orden política de abonar las certificaciones «está dada» pero se remitió al dictamen de los técnicos para no haber satisfecho todavía esos pagos. Otras fuentes cercanas al gobierno local matizaron que en el Concello ni siquiera consta el proyecto reformado de Pasarón.
Obama y Gordon Brown
Por otro lado, Moreira reiteró las propuestas del PP local para paliar los efectos de la crisis: recortar gastos «superficiales» y rebajar impuestos por valor de casi cuatro millones de euros. El concejal subrayó que estas propuestas, realizadas en septiembre por el grupo que lidera Telmo Martín, se han visto refrendadas en las últimas semanas «por iniciativas de otros gobiernos».
En este sentido, citó desde a Barack Obama y su anuncio de «revisar línea por línea el presupuesto de EE.UU. para recortar gastos superficiales» hasta la iniciativa del primer ministro británico, Gordon Brown, de impulsar un importante recorte fiscal.