Las quejas vecinales obligan a replantear el proyecto de reforma de Rosalía de Castro

PONTEVEDRA

25 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Las protestas vecinales sobre las obras de reforma del segundo tramo de la calle Rosalía de Castro surtieron efecto. Tras reunirse dos veces con los afectados -una de ellas en el Concello a las diez y media de la mañana y otra sobre el terreno a la una de la tarde- el concejal responsable de las obras urbanas, Guillerme Vázquez, anunció un cambio de planes en el planteamiento original, de modo que la reposición del firme en la zona se hará en dos fases. De esta forma se evitará tener la totalidad del tramo de calle que se está reformando -entre el puente de La Tablada y Fernández Ladreda- cerrado durante diez días, una posibilidad anunciada la semana pasada desde el Concello.

El movimiento de protesta entre los vecinos afectados se fraguó durante el fin de semana, después de que en la tarde del viernes aparecieran carteles pegados en la calle anunciando que a partir del lunes (por ayer) se prohibiría el acceso a los garajes por espacio de diez días. Concello y empresa justificaban el cierre en la necesidad de reponer el firme, que será de hormigón. Este material necesita unos días para su correcta aplicación y algunas jornadas más para que fragüe adecuamente, de ahí los diez días que apuntaba el Concello.

A los vecinos les pareció inadmisible que pudieran estar todo ese tiempo sin poder acceder a sus garajes sin que desde el Concello se les facilitase una ruta alternativa o un lugar donde poder dejar sus vehículos.

Así las cosas, los afectados montaron ayer una protesta. Primero, ante la empresa que ejecuta los trabajos, a la que acusan de llevar cerca de dos años con la reforma de la calle Rosalía de Castro. Y segundo, en el Concello, donde entregaron un escrito y forzaron una reunión con el concejal.

Guillerme Vázquez les hizo ver que no tiene ningún interés en causar molestias a los vecinos y que el cierre de la calle lo determinaron los técnicos. Sin embargo, accedió a mantener otro encuentro sobre el terreno con los afectados, para tratar de buscar una solución que dejase satisfechos a todas las partes.

En esa cita se acordó, a sugerencia de los afectados, acometer la reposición del firme en dos fases, de forma que durante la ejecución de una parte se pueda acceder a parte de la calle desde el primer tramo de Rosalía de Castro, y durante la segunda parte, desde Fernández Ladreda.