El Gobierno aboga por el dialogo en la polémica Iglesia-Estado

PONTEVEDRA

10 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La tercera jornada de los cursos de verano de la UNED ahondó en la disputa Iglesia-Estado con la presencia, entre otros, del subdirector General de Coordinación y Promoción de la Libertad Religiosa del Ministerio de Justicia. Juan Ferreiro Galguera defendió, sobre todo en el ámbito del uso de símbolos en centros educativos, el «llegar a soluciones a través del diálogo, la concordia y la mediación».

En este punto, y tras aclarar que habría que diferenciar el supuesto de que el signo fuese portado por un docente o por un alumno, ejemplificó con el supuesto de una niña que quiera hacer gimnasia con el velo. Así, Ferreiro Galguera sostuvo que, en lugar de acudir al empleo de la fuerza, se debe entablar un diálogo y, «si en última instancia quiere correr los cinco mil metros con el velo, que lo haga. ¿Hace daño a alguien? ¿Esta molestando a alguien?».

De este modo, descartó de plano que el Gobierno vaya a seguir el camino abierto por algunos homólogos europeos de prohibir taxativamente el uso de símbolos religiosos visibles por parte del alumnado. E incluso, abogó por seguir la misma tesis en el caso de los docentes, siempre y cuando estos los llevan «en el ejercicio de su libertad y los alumnos se acostumbrar a esa visión tolerante», y no adoctrina.

Derecho fundamental

Y es que no hay que olvidar, tal y como recordó el representante del Ministerio de Justicia, que «la libertad religiosa es un derecho fundamental y a la hora de delimitarlo se tiene que hacer porque se vulneran derechos de otros o vulnera el orden público de una manera clara». Además, Juan Ferreiro aludió a que España es un Estado laico, neutral, y no laicista, esto es, que, aunque no promueva unas confesiones sobre otras, tampoco tiene prejuicios, ni es anticlerical.

En cuanto a las polémicas y a la confrontación Iglesia-Estado, precisó que «España ha sido un país confesional durante siglos y es a partir de la Constitución del 78 que se proclama la aconfesionalidad». En los últimos treinta años, concluyó, «los poderes públicos han intentado que este paso de un Estado confesional a uno aconfesional no fuese traumático. Que no haya crucifijos o biblias en las tomas de posesión o actos de Estado es coherente con la neutralidad».

Por otro lado, ayer por la tarde, la profesora estadounidense Thelma Butts Griggs, mediadora y negociadora internacional, inauguró el curso sobre la familia aludiendo a las diferentes pautas de la resolución de conflictos en el seno familiar.