El director del Museo, Carlos Valle, contestó documentación en mano a las afirmaciones de Teresa Casal en las que manifestaba que la entidad debería demostrar la propiedad de la controvertida balaustrada. Esas declaraciones las realizó la edila el mismo día en que los operarios del Concello procedieron a la retirada de la barandilla y, con ello, a reabrir la polémica entre Ayuntamiento y Diputación por este tema.
En el caso de los balaustres, Valle comenta que se utilizaron en la zona parte de los adquiridos por el Museo para el mirador lateral norte del edificio Casto Monteagudo, compra que consta reflejada en una carta de 1929 escrita por Castelao a Sánchez Cantón.
Posteriormente, cuando se adquirió el edificio García Flórez, en el proyecto de ese edificio aparecía no solo la unión entre ambas sedes, sino que también contemplaba el parapeto de la balaustrada, aunque no fue, según el director, hasta los años 50, cuando se construyó este elemento, «después de las modificaciones en el Casto Monteagudo».
Por otro lado, los escudos que contenía la balaustrada están registrados en el Museo con los números 2311 y 3652 respectivamente. El que se veía frontalmente desde la calle Pasantería, que procede del puente de O Burgo y pertenece según ese registro a los fondos incorporados por la Sociedad Arqueológica a la entidad provincial, lo recoge el inventario de la Sección Lapidar del Museo publicada en 1948, «en la página 206». «Y lo recoge también Luis Messía de la Cerda en el libro que se titula Heráldica: Escudos de armas labrados en piedra existentes en la zona monumental de Pontevedra». Añade el director que en las observaciones de la ficha de registro, figura el texto «colocación en la barandilla de piedra anexa al edificio Fernández López, subida a la calle del Naranjo».
El segundo escudo, que se encontraba en el lateral, un emblema heráldico de los Mariño, datado en el tránsito del siglo XV al XVI, procede del Palacio de San Román y fue comprado por el Museo, según Valle, en 1958. En su ficha figura la observación: «Colocación entre los edificios Casto Monteagudo y Fernández López en la balaustrada de la calle Naranjo».
El director quiso remarcar también que tras recibir la comunicación de Teresa Casal para hablar sobre la balaustrada, se intentó concretar un encuentro para hablar del tema, «y si no se celebró finalmente es por imposibilidad de ambos, no porque huyésemos, sino porque a lo mejor cuando ella podía yo no, y viceversa».
Lamentó además que la retirada de estos elementos se realizase sin la presencia de ningún técnico del Museo. A este respecto, Teresa Pedrosa ya anunció entonces que pedirá explicaciones a la concejala del centro histórico porque «non sabemos onde está a balaustrada nin quenes a levaron con absoluta impunidade».