Lleva doce años al frente de la patronal, cree que Pontevedra sigue siendo la eterna olvidada de las urbes gallegas y apuesta por la gran área metropolitana con Vigo
09 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.Hace unos meses fue reelegido vicepresidente de la Confederación de Empresarios de la provincia y más recientemente presidente de la Asociación de Empresarios de la Mediana y Pequeña Empresa (Aempe), cargo que viene desempeñando desde hace 12 años. Salvo algún intento frustrado, nadie osa discutirle esa representatividad, sino más bien al contrario. Es claro y directo y saca bríos para exigir a los políticos que defiendan mejor los intereses de Pontevedra y reclamar la potenciación del sector empresarial, industrial y comercial.
-¿Lo suyo es vocación o devoción? ¿No quiere irse o no le dejan marchar?
-Llevo 18 años en Aempe, dos de vocal, cuatro de secretario y doce de presidente. Esta vez hasta tuve amenazas para que no dejara la presidencia. Hubo quien me dijo que me daba un par de h... si me marchaba. Mi mujer y yo tenemos espíritu de servicio y entrega. Ella fundó la agrupación de Amas de Casa y Consumidores y una asociación de afectados por psoriasis. Yo fui presidente de AGECO, una agrupación de la construcción que había antes de APEC. También fui presidente del Club de Leones muchos años y me hicieron repetir cinco veces. Y después estuve en la lucha antidroga y creé el grupo Celta. Siempre estuve en sitios donde hay que trabajar y no cobrar. Si pagaran un duro, otros se matarían por estar.
-¿Alguna satisfacción le habrá dado tanta actividad?
-Satisfacciones, muchas. Sobre todo la de la gente que no te conoce de nada y que te para por la calle y te agradece que hayas defendido a esta ciudad diciendo las cosas claras. También hay quien se enfada con Aempe porque interpreta que está contra el BNG en el Ayuntamiento, y el contrario que escribe una carta también molesto con Aempe por estar a favor del Bloque. Tendría que citarlos a los dos en un café.
-¿Qué evolución ha tenido la asociación de empresarios en estos doce últimos años?
-Cuando tomé las riendas había una bajada de socios y los hemos duplicado hasta rondar los quinientos. Económicamente, cogimos la entidad en una situación complicada y conseguimos sanearla. Hemos ampliado nuestros locales al doble e hicimos una importante remodelación.
-¿Aempe es la verdadera patronal pontevedresa?
-Nuestra función básica es representar al empresariado en todos los ámbitos y nuestra intención fue siempre esa, que Aempe sea la patronal pontevedresa. En nuestra directiva están representadas todas las agrupaciones y asociaciones sectoriales de empresarios y comerciantes, de la zona monumental, de la Oliva, jóvenes empresarios... y si mañana se crea la asociación de mujeres empresarias, aquí estará. A donde va Aempe, vamos todos.
-¿Que ventaja tiene ser afiliado?
-Es verdad que determinadas gestiones de la patronal benefician a todos, asociados y no asociados. Pero, además de ofrecer formación e información, ahora estamos en una etapa de beneficiar, sobre todo, al afiliado. Conseguimos firmar un acuerdo con una gasolinera, que por ser de Aempe te hace un precio especial en el litro de gasolina. Tenemos convenio con Telefónica para que nos salga más barato el teléfono. Y tenemos también convenios con centros de ocio, hoteles e incluso con algún medio de comunicación a nivel publicitario.
-¿Las demandas de Aempe son las mismas de hace diez años?
-Muchas de ellas sí. El suelo industrial hace mucha falta y por eso premiamos a Louzán por impulsar el polígono Barro-Meis, aunque no nos gustaba dárselo a un político. El transporte urbano esperemos que se consiga este año. En materia de comunicaciones seguimos demandando la circunvalación, las nuevas autovías y la eliminación del peaje de Rande, que discrimina sobre todo a Pontevedra.
-¿Sigue pensando que Pontevedra es la hermana olvidada de las siete grandes ciudades?
-Cada vez más. Siento envidia sana cuando paso por Santiago y veo aquellas amplias vías por todos los lados. En cambio, cuando entras en Pontevedra es una tristeza. Permanentemente, en los Presupuestos del Estado y de la Xunta salimos desfavorecidos. Pontevedra está situada entre el centralismo de Santiago y la rapiña sureña de Vigo. Digo rapiña porque a Vigo le dan todo. La sede de Illas Atlánticas, que no es mucho más que una mesa y una silla, también para ellos.
-¿Cree inteligente apostar por el área metropolitana Vigo-Pontevedra?
-Sí, porque hay el peligro de que Vigo se desmarque y cree la quinta provincia. Una gran área metropolitana es importante para tener mejores servicios y mejores comunicaciones.
-¿A nivel más local cuál es la asignatura pendiente de los empresarios con el Concello?
-El precio del agua. No es posible que a los comercios y oficinas de empresas, que solo tienen un lavabo y un retrete, le cobren de mínimo 45 metros cúbicos al bimestre, cuando gastan un metro cúbico nada más. Sin embargo, en casa, que tenemos lavadoras, lavaplatos, duchas y demás, el consumo mínimo está establecido en 15 metros cúbicos. No pedimos que nos regalen nada, pedimos que nos cobren lo que consumimos. Pues, lo intenté con todos los alcaldes y no lo conseguí.
-El Concello acaba de recibir un importante premio de accesibilidad urbana, por un urbanismo sensible con los discapacitados. ¿Ha felicitado al alcalde?
-Por supuesto. Es un premio importantísimo. Pero tengo que decir que los discapacitados también necesitan transporte público para desplazarse. Y nos agradaría que le dieran también un premio por los no discapacitados, los sufridos conductores que las pasan moradas.
-¿La peatonalización benefició o no al comercio?
-Soy de los que creo que, en principio, ha perjudicado, no por la peatonalización en sí, sino por los problemas que se derivaron de ella sin buscarle remedio. Nos ha enrocado. Hoy entrar en Pontevedra es un caos, las pasas moradas, y a veces también para salir. La peatonalización es estupenda con cierto orden y a la larga nos beneficiará a todos tener una ciudad tan cómoda, pero hay que dotarla de servicios. Si se eliminan dos mil plazas de aparcamiento en la calle, hay que crear otras tantas. Y si no puedes usar el coche, tienes que tener un transporte. También estamos en desacuerdo con el ancho de las calzadas de las calles de un solo carril. Será el ancho europeo, no lo dudo, pero cualquier día se nos va a morir alguien en una ambulancia por no poder pasar.
-Aempe llegó a hacer un cálculo del bajón de clientes foráneos que en el comercio local.
-Sí, por las dificultades de acceso a la ciudad y también por la implantación de las grandes áreas. Todo hay que decirlo. El cálculo que hicimos reflejaba que los clientes de fuera bajaron de 35 a 17 por cada cien. Aproximadamente, se redujeron a la mitad.
-Ustedes tienen contactos periódicos con el gobierno local ¿Que tal aceptan sus críticas?
-El alcalde no acepta bien las críticas. Una vez le dije que pasé vergüenza con unos turistas por el estado del edificio del Savoy y que el Concello debía tomar medidas. Le sentó fatal y salió con que eso es una propiedad privada. Por de pronto, bien que en la Feira Franca le pusieron un toldo ¿verdad? Pues deberían dejarlo puesto hasta que se arreglara.