La moratoria solo se aplicará si se constata «voluntad» por parte ?de la compañía de desmantelar la fábrica
21 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.El plan del Ministerio de Medio Ambiente para retirar de la costa todo tipo de actividad industrial no solo afecta a las piscifactorías y conserveras; también a la fábrica de celulosas que Ence posee en Lourizán.
Junto a la enérgica determinación de la dirección general de Costas de erradicar las factorías de la franja de dominio público marítimo terrestre, llegó también la posibilidad de prórrogas en las concesiones para que las empresas tuvieran tiempo de buscar una nueva ubicación y minimizar en la medida de lo posible el impacto económico de su desmantelamiento.
El ministerio confirmó ayer que estas moratorias serán de treinta años, extensibles a otros treinta. De esta manera, si Ence no tuviera resuelto su traslado antes del 2018, momento en que caduca su concesión, tendría la posibilidad de permanecer en Lourizán hasta 2048 mientras busca un nuevo lugar donde asentarse.
«No vamos a entrar a saco -apuntó de manera informal un portavoz del ministerio refiriéndose al plan de desmantelamiento industrial de la costa-. Se concederán prórrogas y se negociará con las empresas para que se trasladen y no tengan que cerrar». «El caso de Ence en Lourizán es muy delicado, por los elevados costes sociales que podría acarrear el cierre de las instalaciones». Medio Ambiente espera, no obstante, que se pueda alcanzar una solución antes de expire la concesión de la pastera, en 2018.
Negociaciones
Los portavoces del departamento estatal aseguraron que están «en conversaciones constantes con la Xunta» para conocer las gestiones que el Gobierno autonómico realiza para garantizar la supervivencia de las empresas que tengan que abandonar la costa.
Las conversaciones incluyen también el traslado de Ence de la ensenada de Lourizán. La factoría podrá optar a una moratoria, pero no a cualquier precio. «Deberá haber voluntad de la empresa de reubicarse; si no, no se la daremos».