Alberto forma parte de la Orquesta Bohemia desde hace dos años
06 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Una furgoneta y mucha carretera por delante. Este es el plan de verano de Alberto y sus once compañeros de la Orquesta Bohemia, una formación pequeña pero con una agenda apretada. El calendario los lleva por toda España pero mañana domingo paran en casa, porque les toca actuar en Pereiras, en el concello de Taboadela, durante la sesión de tarde y la de noche.
La pasión por la música es lo que empujó a este joven a una vida nómada en la que cada día se despierta en un sitio. «Empecé en las orquestas porque es una salida a lo que me gusta, una manera de formarme y ganar dinero mientas estudio», explica Alberto. Con doce años tenía claro que el arte musical era lo suyo, y comenzó a estudiar en el conservatorio y escuelas de música. Después de tocar en bandas y charangas, se le presentó la oportunidad de saltar al mundo de las verbenas. «Estaba en otra orquesta más pequeña y me ofrecieron venir a la Bohemia. Hice una actuación de prueba en Barcelona, me gustó y ya me quedé. Este mundo es muy duro pero si te gusta, lo aceptas como es», dice el joven.
Sin días libres
En plena crisis muchos pueblos se quedan sin fiestas y, aunque Alberto reconoce que este mes de agosto es más relajado que el del año pasado, se quedará igualmente sin descanso: «Las vacaciones hay que cogerlas en invierno, que es cuando no hay actuaciones y solo nos dedicamos a ensayar. En agosto es imposible». Si esto es una desventaja en su profesión, las horas que pasan fuera de casa tampoco ayudan. «Lo peor es estar tirado por las carreteras. Apenas duermes, sobre todo cuando tienes que hacer las sesiones vermú, y al final no acabas rindiendo todo lo que deberías», resume el trompetista. Pero todo tiene su lado bueno y para él, lo mejor de todo es la gente que conoce tanto de otras orquestas como de los sitios que visitan. Personas que le ofrecen su experiencia y de las que sigue aprendiendo.
Compañerismo
Al final, los otros miembros de la orquesta se convierten en una familia postiza con la que puede contar para lo que sea. Alberto afirma que el buen ambiente es lo más importante: «Nos ayudamos entre nosotros, y sobre todo, tratamos de divertirnos porque sino, te amargas mucho y eso se percibe. Si nosotros mismos lo llevamos bien se lo hacemos pasar mucho mejor a la gente».
Con el fin del verano llegan los ensayos para la próxima temporada. El invierno es la época de crear nuevos repertorios y ensayar a fondo todas las nuevas canciones, pero Alberto también se plantea nuevos retos como participar en grupos de jazz y de teatro, del cual se enganchó cuando participó en la Muestra de Teatro Escolar Moteces. Pero de momento, mientras dure el mes de agosto y las fiestas, la gente lo espera subido a un palco mientras coge aire y afina las primeras notas de la canción.
trabajar en agosto miembro de una formación musical
Julio Alberto Ferreira Medeiros, de 21 años y nacido en Ourense.
¿Qué?
Estudia el bachillerato, música y teatro. Forma parte de las Bandas Municipales de San Cibrao das Viñas y Barbadás y además, trabaja en el Club de Hípica Allariz.