Diego tiene 29 años y forma parte de la primera promoción de la titulación de Turismo del campus ourensano y del primer máster de esta facultad. Es uno de los cuatro técnicos seleccionados por el Fondo Galego de Cooperación, entre las administraciones gallegas, para cambiar sus vacaciones por trabajo en países en vías de desarrollo. En su caso dejará el Concello de Castrelo de Miño para trabajar con el Instituto de Promoción Humana de Nicaragua.
-¿Qué le animó a presentarse?
-Soy de los que piensa que en esta vida hay que estar abierto a nuevas experiencias, porque eso enriquece. Cuando vi que de las cuatro plazas, una pedía un técnico en Turismo con conocimiento de edición de vídeo, pensé que estaba hecho para mí. Y mira, me seleccionaron.
-¿Qué trabajo desarrollará en Nicaragua?
-Voy a trabajar en un plan de desarrollo turístico, aunque no es exactamente como lo entendemos aquí. Tiene 150 áreas de intervención y yo trabajaré tanto en la formación del personal que trabaja allí en hostelería, servicios y alojamiento, y en las de promoción con la edición de vídeos y material turístico, desde mapas a folletos, porque está casi todo por hacer.
-No parece sencillo que alguien que no conoce a fondo una zona, la venda
-Creo que lo más difícil será cambiar el esquema. Este es un país del llamado primer mundo y con una trayectoria turística importante, pero posiblemente cosas que aquí se hacen de una manera allí habrá que enfocarlas de otra, porque si ya Nicaragua no es un destino turístico masivo, la zona norte todavía menos. Pero el llegar de fuera tiene una ventaja.
-¿Cuál?
-El que no vive en una zona es capaz de ver el potencial de recursos que al nativo, que vive rodeado de ellos, ni le llaman la atención ni les ve ese atractivo que puede tener para el visitante. Nos pasa aquí. Cuántas veces escuchamos a los que vienen de fuera sorprenderse y decirnos que tenemos que conservar tal cosa, que es una maravilla.
-Por cierto ¿cómo ve el desarrollo turístico ourensano?
-Hemos avanzado, pero todavía falta mucho. Por ejemplo, los hoteles son bastante clásicos, y aunque ese planeamiento ha funcionado, para seguir avanzando hay que despertar el interés del mercado. Necesitamos desde hoteles tipo boutique, más pequeñitos, a los de diseño, y con otros servicios.
-¿Y en cuanto al aprovechamiento de recursos?
-Está claro que algo sigue fallando. Los planes turísticos quedan bien en el papel pero se dilatan demasiado en el tiempo. Falta también voluntad privada, no se puede dejar todo en manos de las administraciones; y falta la comunicación y romper la inercia localista. Hay que actuar en conjunto, porque en conjunto la cantidad de atractivos que tenemos, patrimoniales, termales, naturales, históricos, gastronómicos, festivos... no se encuentra en muchos sitios. Ourense es muy pequeñito pero tenemos una idea de las distancias que nos parece que no podemos organizar una visita a A Limia a un turista que viene a la ciudad, o una a Valdeorras si vienen a Castrelo.
diego sánchez calviño Técnico en turismo