La plaga invade O Ribeiro y zonas de Monterrei y del entorno capitalino
02 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La Acacia dealbata, más conocida como mimosa, es una especie de origen australiano que lleva décadas en Ourense. Fue importada para usar su madera, entre otras cosas, en la fabricación de las estacas a las que se amarran las cepas de vid. Por eso es tan común en la comarca de O Ribeiro, porque el progresivo abandono del rural hizo que las talas anuales de la acacia se descuidasen.
Este arbusto se ha extendido con especial virulencia durante los últimos años por buena parte del territorio ourensano y, aunque la invasión es especialmente grave en O Ribeiro, su presencia es también amplia en zonas de la comarca de Monterrei y del entorno de la capital ourensana.
Su control y erradicación es, según los expertos, muy complicado. «Reprodúcese moi facilmente e despois de cortalas poden rebrotar durante os cinco anos posteriores», señalan desde las agrupaciones ecologistas ourensanas. Además, las mimosas se aprovechan de las zonas quemadas, donde se instalan desplazando a otras especies. Algunos colectivos, como la asociación Ridimoas, han llegado a poner en marcha proyectos para eliminación de las acacias, aunque su éxito es limitado.
Por ese motivo, ecologistas y expertos reclaman que las administraciones públicas se encarguen del control de esta plaga. La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, por ejemplo, reconoce el problema en su nuevo plan hidrológico y prevé la adopción de medidas para evitar una mayor expansión de las acacias en la cuenca que gestiona.
La preocupación surgida a raíz de la expansión de las acacias por el territorio ourensano llegará a la Cámara Alta. El senador nacionalista Xosé Manuel Pérez Bouza anunció ayer que solicitará al Gobierno central la puesta en marcha de un plan coordinado con la Xunta para controlar la plaga. El coste, reconoce, será alto, pero sería aún mayor si se permite que la invasión continúe más tiempo.