En noviembre de 1997 dejaron de celebrarse las pruebas para conseguir el carné de conducir camiones en O Barco. Desde entonces, los valdeorreses que desean examinarse para ser chóferes de camión o autobús, o llevar una moto, tienen que desplazarse hasta Ourense. Eso supone madrugar, porque hay que estar allí a las 8.30 de la mañana, y hasta el lugar de examen hay más de 130 kilómetros de distancia; a pesar de que el turno puede llegarte rozando el mediodía. Eso para el que se examina. Las autoescuelas, por su parte, tienen que mover hasta allí el camión, el autobús o las motos, según la prueba en cuestión.
Un engorro al que desde el oriente ourensano llevan años intentando ponerle solución. La primera idea fue la de crear unas pistas entre todas las autoescuelas, para sustituir a aquellas que dejaron de ser útiles en el Malecón en el 97. Pero no llegó a haber acuerdo, así que finalmente uno de los afectados, Ramón Cao Arias (gerente de la autoescuela Rodicio), decidió emprender el proyecto en solitario. Ni un euro de ayudas ni de socios, aunque mucho apoyo, reconoce, «del resto de autoescuelas de la zona, que siempre nos han apoyado»; no en vano, también ellas podrán utilizarlas «para examinar de manera gratuita».
Esta semana el proyecto dio un paso más para convertirse en realidad con el asfaltado de los 7.800 metros cuadrados de pistas, las más grandes de la provincia. Están en Arcos, a medio camino entre O Barco y Vilamartín, en un espacio vallado al que se accede desde una vía de servicio paralela a la N-120. Ahora, están pendientes de que responsables de la jefatura provincial de Tráfico visiten las instalaciones (que conocen de anteriores viajes y sobre las que ya han opinado, obligando a realizar algunos cambios en el proyecto inicial) para revisar que todo esté correcto y que son aptas para la realización de los exámenes de camión, autobús, moto y ciclomotor.