Descubiertos doce nuevos petroglifos en varios pueblos de Baños de Molgas

Jesús Manuel García

MACEDA

17 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La Navidad ha dejado en Baños de Molgas el descubrimiento de 12 nuevos petroglifos. Este hallazgo se produjo gracias a un marino pontevedrés, que quiere permanecer en el anonimato. Acudió al balneario, por el Imserso, con el gusanillo que su hijo, que es arqueólogo, le metió en el cuerpo. Durante su estancia en Molgas, se dedicó a pasear rumbo a las zonas altas, teniendo en cuenta su ubicación geográfica. Y así fueron apareciendo estaciones arqueológicas en la propia villa de Baños de Molgas, y en los pueblos de Sanguñedo, Cardoeiro, Presqueira, Santa Eufemia, Bouzas y Nogueira de Arriba.

Son en total doce petroglifos frente a los tres que ya estaban catalogados y que se hallan ubicados en Brandín, Calvario y Presqueira. A Patrimonio le toca ahora catalogar esa riqueza prehistórica.

El profesor Ambrosio Borrajo señala que alguno de los nuevos petroglifos «presenta 24 cazoletas, o mínimo para catalogalos é que teñan alomenos 3, outro ten cinco grupos de círculos concéntricos e nun deles vese un deseño que semella unha serpe». Sin duda que es una buena noticia para el patrimonio local. El alcalde, Eladio Mangana, fue a ver estas estaciones y se muestra contento con su descubrimiento. Ahora espera que Patrimonio actúe.

El descubridor de los petroglifos, dice Ambrosio Borrajo, «nun dos seus paseos foi a Maceda á feira e polo camiño desde Baños de Molgas atopou tres petroglifos e cada vez ían aparecendo máis». Los últimos cómputos de este tipo de vestigios en nuestra provincia daban un total en torno a los 113, cifra ahora incrementada.

Espigado

Uno de los petroglifos apareció junto al campo de fútbol y, como señala Borrajo «salvouse de miragre». Presenta un diseño en espiga.

Los que ya estaban catalogados se conservan bien pero uno de ellos vio como en su momento colocaron una bandera sobre la Pena da Moura, en Brandín, poniéndole cemento. El grabado se salvó por poco.

No es la provincia ourensana la que más petroglifos posee pues con ventaja se sitúa Pontevedra. En nuestra provincia los petroglifos se caracterizan por sus diseños abstractos. Arqueólogos como Israel Barandela y José Manuel Lorenzo, buenos conocedores de este patrimonio, señalan que abundan poco los diseños podomorfos y algunos ejemplos hay de petroglifos con tipología cruciforme. Ambos expertos no pudieron localizar ejemplares con figuras de animales o del ser humano. «Parece que a provincia atópase totalmente integrada no que ás formas circulares e de cazoletas se refire», señalan. Barandela y Lorenzo llaman la atención acerca de las posibilidades que ofrece Ourense, a pesar de carecer de «unha tradición historiográfica tan dilatada como a da veciña Pontevedra».

Estos ejemplares podrían datarse hacia el tercero y segundo milenios. Según carrera, Costas y de la peña, el arte rupestre galaico no fue una simple manifestación estética pues tiene un fuerte componente simbólico reflejo de un mundo espiritual de cierta complejidad.