La autovía a Maside y O Carballiño está llena de pequeños desprendimientos

C. Paradela

OURENSE

06 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La vía de alta capacidad de 5,2 kilómetros que une O Carballiño y Maside y que es además un acceso directo a la autopista AG-53 que une Santiago y la capital de As Burgas se encuentra en los últimos días salpicada por pequeños desprendimientos de tierra tanto en los carriles de ida como de vuelta, aunque en ningún caso afecten o interrumpan a la circulación, ya que además se encuentran perfectamente señalizados para advertir de su existencia a los conductores que transitan por la zona.

Un vial, el AG-54, inaugurado hace apenas dos meses, el pasado 29 de octubre, por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, tras quince meses de trabajo y una inversión de 36,2 millones de euros que presenta ya estas pequeñas deficiencias, aunque los técnicos le restan importancia.

Desde la Consellería de Medio Ambiente se achacan estos deslizamientos de tierra y piedras, que no desprendimientos, a que se trata de una obra nueva en la que aún no enganchó bien la vegetación o que no enraizó lo suficiente debido a las fuertes lluvias y los temporales que hubo desde su plantación en la comarca de O Carballiño durante el último mes y sobre todo, durante los últimos días del pasado año.

Unos deslizamientos, siete contabilizados en ambos lados de la autovía formada por un total de cuatro carriles, que no afectan en ningún caso a la circulación rodada de los vehículos, al no tocar en la mayoría de los casos ni siquiera el arcén de los viales. Algunos de ellos son muy reducidos. El más grave y que puede entrañar algún riesgo se encuentra en el único carril de acceso a la rotonda que desvía hacia el doble enlace de la AG-53, hacia el Concello de Maside y la localidad del Lago, ya que aunque está señalizado con antelación por tres balizas de advertencia algunas piedras invaden algunos centímetros del arcén.

La realización de este vial, incluido en el proyecto de la conexión Santiago-Ourense, es fruto del trabajo de tres gobiernos, el de Manuel Fraga, el de Emilio Pérez Touriño y el actual que dirige Alberto Núñez Feijoo.