La colocación de bandas sonoras para obligar a los vehículos a reducir la velocidad en la carretera local que une los concellos de Coles y A Peroxa, desde Vilarchao y atravesando la parroquia de A Barra, está generando una división importante entre los vecinos de ambos municipios. Unos defienden la medida y otros aseguran que las bandas no se ajustan a la legalidad vigente.
El vial atraviesa varios núcleos y soporta una sorprendente intensidad de tráfico prácticamente a cualquier hora del día, y pese a que es tan estrecho que no se han podido delimitar los dos carriles de circulación.
El conflicto se inició hace medio año, cuando se colocaron las bandas. El 12 de junio se registraba ante el Concello de Coles un escrito con 621 firmas de usuarios protestando por considerar que las dimensiones no se ajustaban a la normativa en vigor. Aluden estos usuarios a que son demasiado estrechas, lo que obliga a parar casi completamente el vehículo para poder salvarlas sin provocar daños por el salto, además de impedir el uso de la carretera a personas con lesiones óseas, y que pueden provocar accidentes por su deficiente señalización.
Ante la falta de respuesta, el 25 de septiembre, se dirigieron a la jefatura provincial de Tráfico, que a su vez remitió un escrito al Concello de Coles con la recomendación de adaptarse a la normativa que regula estas bandas, pero reconociendo que ésta es aplicable a la red estatal de la que no forma parte este vial.
En A Barra, parroquia que concentra estos limitadores, reconocen que las bandas podrían estar mejor diseñadas, pero también les compensa el efecto disuasorio sobre la velocidad. Otro de sus argumentos es que hay dos carreteras más para llegar hasta A Peroxa, aunque reconocen que son más kilómetros.