Las mujeres inmigrantes presentaron el año pasado el 40% de las denuncias por violencia de género
OURENSE
De las cuatrocientas denuncias diarias presentadas durante el pasado año en España por malos tratos, el cuarenta por ciento se correspondió con casos en los que la denunciante era una mujer extranjera. Otro dato llamativo es el que hace referencia al presunto maltratador: más del sesenta por ciento de los denunciados, era de nacionalidad española.
Estos fueron algunos de los datos que sirvieron de hilo argumental a la mesa redonda que se celebró ayer en el marco de la segunda edición de las Xornadas Interculturais que organiza el Concello y en la que se llamó la atención de la «invisibilización» de la mujer inmigrante como víctima de esta lacra social.
Según expuso María Iglesias, una de las ponentes y trabajadora social de la Cruz Roja ouresana, «establecer un perfil de víctima en el caso de las extranjeras estereotipa aún más la realidad», aunque reconoció que existen situaciones comunes entre todas ellas, que son precisamente los aspectos de su vida que las hacen más vulnerables: la situación de soledad en la que habitualmente inician su estancia en el país receptor, el choque cultural que deben afrontar y el difícil acceso que tienen a la información, manejado en muchos casos por su maltratador.
Además, hizo un llamamiento a los medios de comunicación, a quienes pidió responsabilidad en el tratamiento de las informaciones relativas a estas situaciones.
Racismo oculto
Al papel de los medios se refirió también la anterior ponente, la psicóloga Olga Paradela, que abordó en su conferencia, junto al asesor jurídico Santiago Conde Corbal, la percepción oculta del racismo.
Según Paradela, se constata un aumento de jóvenes y adolescentes que muestran actitudes racistas que tiene interiorizadas pero que no reconocen como tales, manifestadas fundamentalmente en determinadas actitudes o insultos que entienden como «normales».
La parte técnica de las Xornadas Interculturais, la que hace referencia a ponencias y mesas redondas, se clausura a la una de esta tarde en el Centro Cultural de la Diputación, pero esta tarde, y a lo largo de todo el fin de semana, permanecerán abiertas al público en la Praza Maior las carpas en los que los ourensanos tendrán acceso al arte, la cultura y la gastronomía de los países de origen de buena parte del colectivo inmigrante afincado en la capital.