Despedida de blanco riguroso

Raquel Iglesias redac.ourense@lavoz.es

OURENSE

15 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El patio del colegio Salesianos se vistió ayer de blanco para despedir el campamento urbano de este verano, y reuniendo de punta a punta sobre su cancha de baloncesto a más de 300 niños ourensanos que no dudaron en calzarse sus chancletas y lanzarse a la espuma con un atuendo típico de un día de playa.

Los bomberos que vigilaban sus juegos hoy no entendían de incendios, y en vez de mangueras manejaba un enorme cañón de espuma no tóxica, bajo la que se escondían los pequeños siempre vigilados de cerca por un grupo de animadores y voluntarios.

La popular actividad que año tras año se desarrolla en las instalaciones del verano se englobó dentro de la jornada de despedida que , en el día de ayer, comenzaba con una sesión de baile para todos en la discoteca Bull y tras la que seguía un almuerzo en compañía y el reparto de a todos los participantes de una dulce, obsequio de diferentes pastelerías de la provincia que quisieron acercarse así al acto y a la diversión de los niños ourensanos.

Las actividades del campamento urbano volvieron a gozar un año más de la simpatía de todos los que se unieron a la iniciativa con el fin de compartir su tiempo libre. La cifra de niños inscritos volvió a ser superior rozando los 500 participantes y las actividades se diversificaron con nuevos talleres, salas de juego y deportes de todo tipo.

Tras el gran éxito de esta edición, los organizadores pretenden seguir trabajando para ofrecer el próximo año una oferta similar o más atractiva, que no se olvide del objetivo principal del campamento, convivir con respeto, divertirse y compartir de un modo mejor el tiempo libre de vacaciones.