Los vecinos de Reza atribuyen a la depuradora sus problemas de salud

R. S.

OURENSE

26 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El día después del anuncio hecho por el Concello de ubicar la nueva depuradora del municipio en Reza, inmediatamente aguas abajo de la actual, se vive con desilusión e indignación entre los vecinos de esta parroquia de la capital.

Dicen sentirse engañados y no entienden cómo la nueva depuradora no vulnera la legalidad si sigue sin respetar los dos kilómetros de distancia pertinentes de las viviendas: «As cousas van de mal en peor», dice uno.

Y es que un día como el de ayer, de temperaturas frescas, el olor de la planta ya es perfectamente perceptible a primera hora de la mañana. Aunque en un principio es soportable, al cabo de un rato provoca malestar.

Uno de los vecinos afirma que «cuando hay alguna historia con la depuradora el olor es como el de hoy, más suave de lo normal, porque le deben echar más químicos al agua» y explica que son muchos los que creen que Medio Ambiente debiera hacer un estudio de las condiciones de la zona, para evaluar sobre todo el estado del aire.

Los vecinos aseguran que varias personas padecen problemas respiratorios y de piel y se quejan de que las autoridades pasan por alto este asunto. Mari Carmen González, una vecina, explicaba que «se están tapando años de enfermedades, lo mismo que se tapó el vertido de gasoil, que lo vimos todos aquí e incluso algunos políticos también lo vieron, pero prefieren taparlo».

Con un panorama tan desalentador, y convencidos de que las autoridades los seguirán ninguneando, manifiestan su voluntad de seguir protestando con movilizaciones y también con medidas legales hasta donde puedan ejercerlas.

Por lo pronto, las casa de Reza lucen crespones negros en sus balcones y consignas. Algunas, como esta, no dejan lugar a dudas: «Seguimos luchando».