Desde ayer mismo los ourensanos dueños de un animal de compañía están obligados a cumplir una serie de normas sobre el cuidado y comportamiento de los mismos a través de la ordenanza de posesión de animales aprobada ayer por la junta de gobierno local.
El objetivo de esta normativa es regular el gran incremento de mascotas experimentado en los últimos años en el concello ouresano, para evitar problemas de convivencia y también situaciones en las que los animales salen mal parados.
Fundamentalmente, el texto reconoce el derecho de cualquier ciudadano a poseer mascotas en cualquier domicilio particular, con la obligación, eso sí, de mantener a los animales sanos, bien alimentados y debidamente identificados.
Pero la ordenanza también deja muy claras algunas cuestiones de obligado cumplimiento para los dueños y establece las multas aplicables en caso de incumplimiento.
Contra el abandono
Todos los veranos la actualidad pasa inevitablemente por la perrera municipal, debido al gran número de desaprensivos que siguen abandonando a sus mascota cuando llegan las vacaciones. Sin embargo, a partir de ahora, quienes lo hagan deben saber que podrán ser penados con multas que llegan a los 3.000 euros.
Sobre los animales que hayan sido abandonados, la normativa dispone que estos serán recogidos por los servicios municipales. Sus dueños disponen de veinte días para reclamarlos, al término de las cuales se les dará el destino más conveniente, siendo la eutanasia el último extremo que se contemplaría.
La normativa trata de garantizar el bienestar de los animales de compañía que vivan en el concello, por eso pone especial énfasis en aquellas cuestiones que suponen una especial crueldad para con los animales. Este es el caso de las peleas caninas ilegales.
Quienes las organicen, pero también quienes cedan un espacio o terreno para tal fin y quienes asistan a ellas podrán ser multados con cantidades que llegarán a los 15.000 euros.
La normativa prohíbe cualquier forma de maltrato o daño no justificado a los animales de compañía, así como causar su muerte, salvo en casos de enfermedad incurable y bajo control de un veterinario.
Dignidad animal
Además, quienes tengan mascota han de mantenerla con dignidad. Esto significa que el dueño ha de ocuparse convenientemente de su higiene y salud, así como de alimentarlo.
La ordenanza contempla también la necesidad de que los animales dispongan de un espacio adecuado y, por cierto, especifica claramente que un coche cerrado no es, en ningún caso, sitio para que duerma el perro.