Exquisitos Picassos y un gran bodegón de Gauguin protagonizan la próxima subasta

EFE

CULTURA

La próxima subasta londinense de arte impresionista y moderno, el 9 de febrero, en Christie's, de Londres.

03 feb 2011 . Actualizado a las 18:37 h.

Exquisitos Picassos de distintas épocas y un excepcional bodegón de Paul Gauguin protagonizan la próxima subasta londinense de arte impresionista y moderno, el 9 de febrero, en Christie's, de Londres.

Uno de los Picassos que más interés despierta es el titulado «Sur l'imperiale traversant la Seine», de 1901, que muestra a un grupo de personas en el piso superior al descubierto de un ómnibus tirado por caballos.

Giovanna Bertazzoni, de Christie's, que aunque el pintor británico Roland Penrose creía que se trataba de pasajeros en un barco en el Támesis, el propio artista le explicó al especialista en su obra Pierre Daix que en realidad había pintado a los pasajeros de un ómnibus cruzando uno de los puentes del Sena.

Es un lienzo con una curiosa perspectiva y lleno de colorido, que recuerda a Toulouse-Lautrec, pero también a Van Dongen, y que Picasso pintó en su famoso estudio del Bateau-Lavoir cuando, sin apenas dinero, se dedicaba a recorrer París en busca de nuevos motivos para sus cuadros.

Con un precio estimado de 3,4 millones de euros (unos 4,6 millones de dólares), la obra es ahora propiedad del Art Institute of Chicago (EE.UU.), que lo recibió como una donación en 1933, y del que procede otro de los cuadros del artista español ahora en venta.

Se trata de un bodegón de 1919 titulado «Verre et pipe» («Azul y Pipa»), ejemplo de un cubismo lírico de líneas sinuosas y vivos colores.

Muy distinto es un delicadísimo dibujo, del período azul y titulado «Jeune fille accoudée» (1903-1904), que representa a una mujer de aspecto melancólico, como otras figuras de aquella época, y que podría ser Alice Géry, una de las musas de la bohemia parisina, que terminaría casándose con el también pintor André Derain.

Otra de las creaciones picassianas que Christie's ofrece al mejor postor es el retrato femenino «Tête de femme au chapeau» (1939), composición de factura cubista, prácticamente monocroma, que, según la crítica, muestra a Dora Maar, una de las musas del artista.

Los trazos angulares del rostro de la retratada contrasta con la redondez de los pechos y el toque coqueto del sombrero, prenda a la que Maar era muy aficionada. El precio estimado de esta obra es de unos 3,4 millones de euros (unos 4,6 millones de dólares).

Completan la oferta picassiana de la subasta varios dibujos y acuarelas procedentes de colecciones privadas así como una curiosísima escultura en terracota, moldeada en la segunda década del siglo XX por el cubista Henri Laurens y que, tras adquirirla, Picasso pintó en los años cincuenta, aportando un toque muy personal y transformando totalmente su aspecto.

La obra más cara de la subasta -en un precio estimado de entre 8 y 11 millones de euros (entre 11 y 15 millones de dólares)- es, sin embargo, un bodegón titulado «Nature morte à l'Espérance» que Gauguin pintó en 1901 hacia el final de su estancia en Tahití.

En un claro homenaje a Van Gogh, muerto once años antes, Gauguin encargó que le llevaran a esa isla del Pacífico unos girasoles, que integrarían cuatro composiciones pintadas aquel mismo año.

Tres de ellas, incluida la de la subasta, tienen un formado horizontal que contrasta con la verticalidad de los famosos girasoles de Van Gogh.

Además el artista incorpora elementos polinesios, como dos pequeñas reproducciones de cuadros de otros artistas: el titulado «L'espérance», de Puvis de Chavanne, que representa un desnudo femenino, y una estampa de Degas.

Forman parte también de la misma subasta un bodegón cubista de grandes dimensiones e intenso colorido de Georges Braque titulado «Nature morte à la guitarre: Rideaux Rouges», con un precio estimado de 6,2 millones de euros (unos 8,5 millones de dólares).

El lienzo, pintado en 1938 y procedente del Art Institute of Chicago, presenta un fuerte contraste entre las curvas de la guitarra o de las cortinas rojas y lo anguloso de otros elementos de una composición que llama la atención por su rico cromatismo.

De calidad museística son también otras obras de la subasta «Una femme devant le Paysage», de Fernand Léger (valorada en 3,1 millones de euros -unos 4,2 millones de dólares-), el paisaje semi-abstracto «Les arbres en fleurs», de la rusa Natalia Goncharova, o el retrato del mecenas Hermann Schwarzwald por el expresionista austríaco Oskar Kokoschka.