La muestra incluye los proyectos realizados en Lisboa, Oporto, Coímbra y Lovaina, y otros sin ejecutar
19 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Al son de la música gallego-portuguesa, Gonçalo Byrnes citaba a Pessoa mientras explicaba la maqueta del centro de coordinación y control del tráfico marítimo en el puerto de Lisboa. Es uno de los 14 proyectos de este arquitecto que desde anoche pueden verse en la sede de la Fundación Barrié de A Coruña. Byrnes explicaba cómo la capital lusa «se fue construyendo a ese lado del río» ante un auditorio con numerosos arquitectos, entre ellos el decano de la Escuela de Arquitectura, José Manuel Casavella.
Sara Vidal, de Luar na Lubre, Luis Peixoto y Fernando Barroso ponían la música al recorrido por una exposición en la que Byrnes mostraba la sede del gobierno de la provincia de Brabante Flamenco, en Lovaina, un edificio que «se imaginó como dispositivo dosificador que articula, de modo cinematográfico, interiores y exteriores, espacio público y privado, permitiendo que el propio contexto lo habite», como escribe el arquitecto en el catálogo de la muestra, que lleva en su portada este proyecto.
Y es que Byrne escapa de la arquitectura espectáculo y sostiene que una de las principales labores de estos profesionales es «dar forma y habitabilidad a los espacios, no solo para contener la vida, sino para potenciar esta vida». En este sentido, sostiene que una de las labores más importantes de la arquitectura es la de poder contribuir «a que a la gente le gusten las ciudades donde habitan, que tengan esa sensación de amor a su ciudad, de participar en ella».
Obras con respeto a la historia
Esa sensación de amor, pero por la arquitectura, la transmitía anoche Byrne mientras explicaba otro de sus llamativos proyectos, la remodelación y ampliación del museo nacional de Machado de Castro, un edificio de Coímbra cuya base es un criptopórtico romano. El respeto por el paisaje y por la historia es otra de las características de las obras de este arquitecto, que advierte de la inversión de conceptos que se está produciendo por la mediatización de la arquitectura: «Lo que viene en primer lugar es el autor, después se habla del proyecto y solamente al final se habla de la obra, pero potenciando unas características de autorreferencia al autor». Para la arquitectura humanizada de Byrne, lo importante es la vivencia, que las gentes puedan «mirar el cielo desde las calles y recibir la luz natural».
La exposición inaugurada anoche incluye, además de maquetas y fotos, cuatro vídeos en los que el arquitecto portugués expone algunas de sus ideas en conversaciones con personas del arte y de la cultura, como Ramón Villares, presidente del Consello da Cultura Galega, y que «tenía interés en que habláramos de temas como las cuestiones administrativas».