Eduardo Mendoza dice que su novela «Riña de gatos» es como «una vieja película de Disney»

Cristian Reino BARCELONA/COLPISA.

CULTURA

El escritor, premio Planeta 2010, insiste en que no es una obra sobre la Guerra Civil

17 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

«El hecho de que se escriba tanto sobre la Guerra Civil se debe a que aún estamos intentando comprender aquello». El flamante premio Planeta 2010, Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943), sitúa la novela ganadora, Riña de gatos. Madrid 1936 , en la antesala del conflicto bélico, cuando «ya se mascaba la tragedia», dice. «Tenía la necesidad de abordar este tema y colocarlo de una vez en su sitio», afirma. Lo hace de la mano de un joven experto en arte inglés que viaja a la capital de España para tasar un Velázquez y se encuentra con «uno de los personajes fundamentales de la historia de España: José Antonio Primo de Rivera».

«Me interesaba este personaje real porque todo el mundo sabe quién es, pero nadie sabe qué hacia». «Estaba tan presente que no hacía falta saber sobre él», señala. Mendoza asegura que ha tratado de abordar el tema sin maniqueísmos. «Mi juicio de valor sobre él no es positivo, pero tampoco negativo», afirma. Y explica: «Considero que era un memo, pero un memo que ha sido la columna vertebral de España durante 40 años, lo cual dice mucho del tipo de país que somos», añade.

A pesar de la temática tratada en la obra, Mendoza, que se ha embolsado más de 600.000 euros por el galardón mejor dotado de las letras españolas, no cree que su novela sea política. «Toda obra situada en un momento histórico es novela política, si bien esta carece de un mensaje político», afirma. «Planteo dilemas morales al lector, le obligo a que escoja su posición en cada circunstancia», señala. En esencia, describe el autor, su obra es de intriga, espionaje y humor. «Aprovecha la intriga para situarse en un momento histórico que me parecía muy interesante. He construido una novela de las que me gusta escribir y leer», asegura. «Es como las viejas películas de Disney, en las que se entremezclaban imágenes de actores reales y personajes de dibujos animados», apunta.

También rechaza la etiqueta de novela sobre la Guerra Civil. «Me he esforzado en darle otra vuelta», dice. «Hemos superado demasiado ese período, pero seguimos arrastrándolo, al pensar equivocadamente que fue más interesante que el actual», remata.

Escritor encumbrado desde su primera novela, La verdad sobre el caso Savolta , de 1975, Mendoza cree que no ha cambiado tanto desde su obra cumbre, La ciudad de los prodigios (1986). «Soy el mismo, pero en cada novela he intentado avanzar, eso sí, no sé hacia dónde», explica.

Sobre su última y ya premiada novela, de la que saldrán a la venta 210.000 ejemplares a partir del 5 de noviembre, solo pide un deseo: «Me gustaría que me leyeran con absoluta inocencia». Y concluye: «¿Por qué hay que leer esta novela? ¡Por favor!».