La figura de Galileo inicia los actos del Museo Nacional de la Ciencia

Rodri García A CORUÑA/LA VOZ.

CULTURA

La exposición, abierta en la sede de la Fundación Barrié, está promovida por la Accademia dei Lincei de Roma

04 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Hablarán de ti siempre las estrellas. Este es el subtítulo de la exposición Galileo y la Astronomía, la primera que presenta en Galicia el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, Muncyt, cuya sede central se está construyendo en A Coruña y que dirige Ramón Núñez Centella. Al estar en obras dicha sede (su inauguración está prevista para el próximo año) la muestra inaugurada ayer podrá verse en la Fundación Barrié de A Coruña hasta el próximo día cuatro de julio.

Para los organizadores, esta es «la exposición objetual más importante realizada en el mundo con motivo del año de la astronomía» y apuntan que es especialmente interesante ahora porque «a comienzos de este año se cumplió el cuarto centenario de las primeras observaciones de Galileo con el telescopio» y, además, «en enero de 1610 tuvo lugar el descubrimiento de los satélites de Júpiter, y el 12 de marzo se cumplió el cuarto centenario de la publicación del Sidereus Nuncius».

Siete millones de seguro

En cuanto al contenido de la muestra, explican que se trata de «un importantísimo conjunto de manuscritos y libros, casi todos primeras ediciones, que han resultado ser claves en la historia de la astronomía». En este sentido, insisten en que son «piezas singulares de la bibliofilia, cuyo valor, a efectos de seguro, supera los siete millones de euros».

Marco Guardo, director de la biblioteca de la Academia del Lincei e Corsianiana di Roma, que ha promovido esta muestra antes en Madrid, Valencia, Pamplona y ahora en A Coruña, destacaba ayer que esta es la primera vez que dichas publicaciones salen de Italia. En cuanto a las más importantes, «no es fácil decirlo, serían las cartas autógrafas de Galileo y el Horóscopo Linceo de 1613 que es importante porque los linceanos son científicos pero del Renacimiento que hacen un horóscopo antes que fundar la academia para ver el día más fructífero». Sobre la influencia de las estrellas decía que el subtítulo de la muestra «es la traducción de un verso de Giambattista Marini, un poeta barroco italiano, es un endecasílabo en italiano y también en español, once sílabas, no lo hemos traicionado; ahí se dice que las estrellas van a conducir a los hombres en sus actos».

Guardo niega que en la actualidad existan prejuicios sobre el científico: «No, ahora no, toda la comunidad del mundo reconoce a Galileo como uno de los más grandes también por lo que se refiere a la prosa italiana porque con Galileo nace la prosa científica que llega hasta ahora». Destacó asimismo su labor divulgadora: «La divulgación es una regla de la Academia de los Linceanos que dice: observar, escribir, imprimir y divulgar, que todos conozcan lo que la Academia hace». Otra norma de dicha entidad, recordó Guardo, afirma que «es mala la persona la que no quiere comunicar los bienes de la ciencia; hay que comunicar, la colaboración científica es fundamental para la ciencia; la alianza entre la Academia y el museo de Moncho Núñez es un ejemplo», concluyó.