«Mi escultura nace de la emoción de mirar el mundo»

CULTURA

El artista reúne en el Centro Torrente Ballester el fruto de 20 años de trabajo

09 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Manuel Patinha (Povoa de Santa Iria, 1949) expone en el Centro Torrente Ballester de Ferrol, hasta fin de año, la primera muestra verdaderamente antológica de una trayectoria que abarca dos décadas de plena dedicación al mundo de la escultura. Aunque dio sus primeros pasos como creador hace ya 40 años, por aquel entonces compaginando su labor como artista con trabajos tan dispares como el de las plataformas petrolíferas del mar del Norte o la delineación en estudios de arquitectura, fue en 1989 cuando decidió que la escultura, preferentemente nacida del bronce y la piedra, sería el camino del que ya no volvería a desviarse.

-¿Qué siente al ver este centenar de obras en Ferrol, reunidas bajo un mismo techo?

-Lo que siento al verlas es que realmente es posible reunir, y por tanto unir en un mismo espacio, el fruto de veinte años de escultura que han estado llenos de cambios. Años en los que partiendo de la figuración, y quizás bastante influenciado por mi anterior trayectoria alrededor de la pintura, he ido avanzando hacia la abstracción y hacia un lenguaje que me parece bastante más contemporáneo, más fiel al lenguaje de nuestros tiempos y a lo que ahora mismo respiramos y vemos.

-¿Y cuál es el hilo conductor...?

-Yo creo que toda mi escultura nace de la emoción que me produce mirar el mundo. Y eso es algo que va mucho más allá que los materiales y las formas. Tú buscas el soporte en función de lo que quieres contar a quien contempla tu obra. Quiero que quienes miran mis esculturas vean en ellas el afán de ocupar un espacio no solo en el entorno físico, sino en la vida. Yo no pienso en el espectador como alguien que simplemente mira, sino como alguien que envuelve la obra y, por tanto, en bastantes sentidos participa de ella. No hago meros objetos. Tiene que haber un diálogo, no solo es el artista quien se expresa.

-Después de esta exposición antológica, ¿qué vendrá?

-Tengo ideas nuevas, y quiero ponerlas de manifiesto en el taller. Quiero que mis obras tengan cada vez una lectura mucho más rápida; y también que ocupen menos espacio físico. Voy a hacer piezas que incluso se puedan colgar. Voy a hacer una pausa en la producción de piezas monumentales. Quiero mirar un poco más hacia dentro.

-A estas alturas, ¿qué cambiaría de cuanto ha hecho?

-No cambiaría demasiadas cosas. Quizás me gustaría haberme detenido más en lo que hice en mis primeros tiempos porque soy consciente de que podría haberse hecho de otra manera. Ahora sé la importancia de trabajar con más sosiego. En la madurez, lo importancia es reflexionar.