Música donde antes hubo esquís

SOCIEDAD

La estación de montaña de Cabeza de Manzaneda fue escenario de nuevo de la final de la Liga Galega de Bandas de Gaitas, que ganó una agrupación ourensana

03 ago 2009 . Actualizado a las 02:08 h.

Una final es siempre una final. Da igual que sea la Copa del Rey o que se trate de Operación Triunfo . Los nervios se viven hasta el final aunque haya claros favoritos, porque siempre cabe la posibilidad de que alguno de los contrincantes dé la sorpresa. O no, tal y como pasó ayer en la estación de montaña de Cabeza de Manzaneda. Allí se daban cita las doce agrupaciones (Frouma de Piñor no compareció) que optaban a convertirse en la ganadora de la XIX Liga Galega de Bandas de Gaitas.

La ourensana A Carballeira partía como favorita, y así lo confirmó después de su actuación. Y como en toda final, los posibles vencedores iban debidamente preparados para la victoria, tal y como demostró el champán descorchado (para riego de los presentes) casi al mismo tiempo en que les nombraban como ganadores. Eso sí, eran gaiteiros ya vestidos de calle, pues la mayoría de los participantes no esperan al resultado para deshacerse de su atuendo. Es una costumbre, y eso que ayer eran los que con tal vestimenta mejor hacían frente a las templadas temperaturas de la mañana. Cierto es que la lluvia no hizo acto de presencia, pero tampoco el sol gozaba de su mayor esplendor. Los que optaron por llevar los pies descalzos y los brazos al descubierto pronto notaron el frío. No así los gaiteiros, que agradecieron la ausencia de los rayos que tanto los hace sudar en otras ocasiones.

Pero no solo músicos se dieron cita ayer en la estación de esquí. También subieron numerosos aficionados al sonido de nuestro instrumento más característico, que se pudo escuchar durante toda la mañana. Disfrutar de las actuaciones era uno de los atractivos de la jornada, pero no el único. Fisgonear entre los puestos de la feria que se montó en las cercanías o tomarse churrasco fueron otros de los alicientes. O incluso disfrutar de una merienda sobre el césped. Son las múltiples posibilidades que ofrece el lugar que hasta hace unos meses solo era apto para los que calzaban esquís.