¿Es el 3655 el gordo perfecto?

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COMIENZA EL SORTEOLas bolas están en el bombo. Aun jugando 100 décimos tenemos una probabilidad del 1,3 % de hacernos con un premio de los grandes. Se admiten preferencias. La nuestra el 3655. Un experto en estadística nos dice si estamos en lo cierto. No corran a comprarlo, está agotado. 

20 dic 2015 . Actualizado a las 21:53 h.

Presten atención y mantengan la ilusión hasta el último punto porque en estas líneas está concentrada toda la ilusión que requiere el sorteo de la Lotería de Navidad. Las 100.000 bolas ya están en el bombo, porque se hayan comprado o no, están todos los números en juego. Bolas, fabricadas en madera de boj, y que pesan y miden lo  mismo (3 gramos y 18,8 mm). Ni el grabado de las letras y los números las ha desequilibrado, ya que se hace con láser. Comienza el sorteo. 

Treeeess miiiiillll seeeesciiientoooss cincuenta y ciiiiiinco. Cuatrocientooosss miiiiil eurosss. Que suerte hemos tenido que ya en el segundo párrafo y ya ha salido el Gordo. Bueno, perdónenme la expresión, el gordo más salido. Manuel Febrero Bande, catedrático de Estadística e Investigación Operativa de la Universidade de Santiago (USC) nos explica que después de analizar los 204 sorteos celebrados hasta la fecha el 0 es de la decena de millar más repetida, el 3 la unidad de millar, 6 la centena, y el 5 la decena, y el 5 la unidad. Pero no dejen el YES a medias para salir corriendo a comprarlo. Primero, porque ya lo hemos intentado y está agotado. Y segundo, porque este número no tiene más opciones que cualquier otro. 

«No tiene fundamento, la estadística es caos puro, no tiene memoria ni recuerdo», explica Manuel, que solo juega el décimo del departamento para que no le vacilen el resto del año. «Es una táctica defensiva». Claro, él es matemático y entiende la lotería como un impuesto voluntario basado en la ilusión, pero cuando le preguntamos por qué la terminación en 5 marca distancia en cuanto a repeticiones con el resto dice: «Es algo raro». Raro, raro. «Estadísticamente no tiene explicación ni patrón, y tampoco está relacionado con que sea el que más se juega. Si pasase más, en el resto de números, pero no, es solo en la unidad. Decimos que es raro cuando puede ocurrir 1 de cada 20 veces, pero  cuando el límite es 100, y sale un 99% es normal».  Puro azar, las probabilidades son las mismas para todos los números. Solo a mitad de este sorteo de letras encontramos un hecho probado. La tendencia de número bajos se explica porque el rango de números a lo largo de la historia del Sorteo ha sido bajo (solo desde el 2011 se juega hasta el 99999) por lo que la frecuencia de que el Gordo sea un número bajo es alta. Léanlo otra vez, porque sí tiene sentido. 

TODOS QUIEREN EL 5

Nos quedamos con la boca abierta cuando Febrero nos advierte que la probabilidad que tenemos de hacernos con alguno de los premios mayores (no pedreas) si jugamos 100 números diferentes solo es del 1,3%. No se desanimen, es la crudeza de los números. Febrero no recomienda jugar a la lotería para resolver la vida, pero menos amarga un dulce. «Juegan con la ilusión durante dos meses porque es muy pequeña la probabilidad de ganar un premio enorme».  Pero ¿y lo bien que lo pasamos esas cuatro o cinco horas que dura el Sorteo? Hemos venido a jugar. Tenemos nuestros décimos delante con la tele o la radio de fondo. Sobre todo terminaciones en 13 y 15. Dicen los loteros que son más demandadas, que se terminan semanas antes del sorteo. En el de Navidad pasa lo mismo que en la quiniela o primitiva. El único patrón válido es el de los números bonitos o feos. Claro que para lo que a ti te parece feo igual a mí me encanta, pero según señalan algunos estudios este patrón responde a cuestiones subjetivas sobre las percepciones de la gente. Los números por debajo de 30 son «bonitos», explica Febrero, son los que la gente tiende a poner guiada por esa concepción mágica de días del mes especiales. 

Pero no se desanimen, mantengan la ilusión, porque sí se puede ganar. No hay año que no pase. Se lo digo yo, en solo tres días habrá alguien que tenga 400.000 euros más en su bolsillo. Bueno 320.000, que el señor Montoro siempre gana el 20 %.