Tres perros antidroga revisan mil maletas al día en Peinador

Monica Torres
Mónica torres VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

La Guardia Civil prevé incorporar en breve al servicio con base en el aeropuerto vigués otro animal adiestrado para rastrear dinero

22 nov 2015 . Actualizado a las 04:00 h.

Leona, Dopa, Aníbal, Argos y Obama. Son los mejores olfatos en activo de la plantilla de la Guardia Civil en la provincia de Pontevedra. En la alineación hay nombres de reyes, generales y presidentes, pero realmente son los sabuesos más aventajados del servicio cinológico y tienen su base en el aeropuerto de Vigo. Tres de ellos revisan todas y cada una de las maletas que circulan por Peinador, a razón de entre 800 y 1.000 al día, para evitar que se cuelen drogas en los equipajes y otros dos mantienen limpios los espacios de cualquier sustancia o artefacto explosivo.

«A día de hoy, no hay máquina alguna que se aproxime siquiera al nivel de detección que tiene un perro. Puede haber aparatos similares, pero muy voluminosos, caros y contaminantes», explica el guardia Fran Varela. Con tres décadas de servicio en el cuerpo y 17 como guía en el servicio cinológico, el agente conoce en primera persona las excepcionales cualidades de su compañero de trabajo, «porque mi vida depende del perro». «Hay casos en otras ciudades en los que uno de ellos ha salvado la vida de una patrulla», indica.

Cualquiera de los perros pueden olfatear un área de un metro y medio por los solo cinco centímetros cuadrados de los humanos, pero además todos han pasado por la academia, en El Pardo, y allí les han adiestrado para incorporarse a la plantilla, según la especialidad. Perro y agente son un binomio inseparable. El trío antidrogas de Vigo está integrado por Obama, Leona y Aníbal, un pastor alemán, una palleira y un labrador belga que, a la orden del guardia José García, corren por la cinta de los equipajes en busca de su premio. Siempre lo hay. «Siempre tiene que conseguir su objetivo, así que, para calmar la ansiedad, si no hubo ninguna incidencia en los equipajes, se emplea la maleta gancho al final, en la que se colocan unos gramos de droga, para evitar la frustración», explica García. El premio, tanto para ellos como para Dopa y Argos, los pastores de explosivos que blindan a diario el recinto, es un rodillo de tela con el que juegan.

Todo apunta a que la plantilla se amplíe en breve. «Estamos pendientes de la incorporación de un perro adiestrado en búsqueda de dinero», avanzó el comandante José Manuel Corral. Están entrenados para evitar fraudes fiscales, principalmente en fronteras y aeropuertos, detectando billetes.