Los perros del Servicio Cinológico de la Guardia Civil no tienen horario. Hay operativos planificados como inspecciones puntuales pero también han de estar preparados para cualquier intervención que surja a lo largo y ancho de la provincia.
Aeropuerto. Revisan los equipajes, pero también los espacios. Los canes de explosivos trabajan sin correa, a diferencia de sus compañeros, en espacios abiertos y se llaman «de detección pasiva», porque la señal de alerta es quedarse inmóviles si detectan el peligro. Un movimiento suyo o del guía puede provocar la detonación del objeto que se busca.
Puerto de Vigo. Los de drogas son los que desembarcan habitualmente con el pasaje, pero la Guardia Civil tiene además protocolos de seguridad específicos para la llegada de cruceros. Si atraca el Independence of the Sea, se despliega un operativo que incluye a los buzos del Geas y también a los canes de explosivos.
Control de fronteras. Actúan en los controles del GRS, en las operaciones antidroga en carretera o en cualquier negocio. Es fácil encontrarlos en los operativos disuasorios que se montan aleatoriamente también en los puentes internacionales como en Tui.
Puerto de Marín. También trabajan varios días en Marín para controlar todas las mercancías que pasan por el puerto.