Hacienda pierde la batalla legal contra un aserradero de Nigrán y varios madereros

E. V. Pita VIGO

NIGRÁN

Imagen de archivo de los juzgados de Vigo
Imagen de archivo de los juzgados de Vigo M.MORALEJO

La Agencia Tributaria acusó a cinco empresarios de defraudar el IVA e impuesto de sociedades del 2014 pero la jueza los absuelve

21 oct 2022 . Actualizado a las 16:29 h.

El Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo ha absuelto a cinco empresarios del sector de la madera en Nigrán a los que la Agencia Tributaria acusó de fraude en el IVA del 2014. La Fiscalía no acusó y el juez de instrucción ya había archivado el caso en el 2020 y 2021.

El Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo ha absuelto a cinco empresarios del sector de la madera en Nigrán a los que la Agencia Tributaria (AEAT) acusó de fraude en el IVA del 2014, así como de falsificar documentos. Hacienda les culpó de amañar facturas en las ventas de pinos y eucaliptos fantasma pero la jueza concluye que una resolución previa de un tribunal fiscal «desautorizó» a los inspectores.

La AEAT se había quedado sola en la acusación porque el juez de instrucción archivó el caso en el 2020 y, por segunda vez, en el 2021. La Fiscalía no acusó.

Según Hacienda, los empresarios de un aserradero de Nigrán y varias madereras gallegas habían montado una trama para falsear facturas y defraudar en el IVA y en el impuesto de sociedades del 2014. La mayoría de los empresarios afrontaban hasta seis años y un mes de cárcel.

La jueza señala en su sentencia que no ve pruebas en contra de los acusados ni le consta que dichos empresarios hubiesen acudido al Tribunal Económico-Administrativo Regional (TEAR) de Galicia, el cual validó las cuentas de algunos sospechosos, luego apartados de la causa y exonerados, por lo que ya no figuran en esta causa.

La jueza admite que «habiendo elementos que pudieran apuntar a la comisión de infracción penal, durante la dilatada y singular instrucción de la presente causa se produjo un punto de inflexión que no puede más que llevar a esta juzgadora que a la absolución de los acusados». La decisión determinante fueron las resoluciones emitidas por el TEAR ante las reclamaciones de algunos de los inicialmente investigados y respecto de los que, por esa misma razón, no se formuló acusación, con el consiguiente archivo respecto a esos empresarios. Se trata de empresas que no son las acusadas pero cuyas operaciones, desde el 2011 al 2014, también fueron investigadas. El TEAR impuso en sede tributaria la rectificación y nulidad de las liquidaciones de IVA y Sociedades, excluyendo varias facturas de los madereros, «desautorizando en sede tributaria las conclusiones de la inspección».

«Burdo error»

A mayores, la jueza vio un «burdo error» en las resoluciones del TEAR porque ese tribunal consideró que el instructor de Vigo había sobreseído la causa contra los investigados en el 2021 sin tener en cuenta que luego la Audiencia lo revocó y ordenó reabrirlo y practicar nuevas pruebas. La jueza elogia el esfuerzo de la abogada del Estado pero ve «confusos» los razonamientos de Hacienda.

La principal acusación se dirigía contra Aserraderos Costas Galicia, sito en Nigrán. La Agencia Tributaria investigó las declaraciones tributarias de la empresa relativas al impuesto de sociedades y el IVA en el ejercicio 2014 y estudió las deducciones correspondientes a distintas facturas emitidas a esa entidad por otros dos empresarios acusados. El abogado del Estado les reclamó que pagasen solidariamente, por un lado, 142.000 euros, y por otro, 171.000, de las cuantías supuestamente defraudadas. La Fiscalía no pudo acreditar la falsedad de tales operaciones y no vio infracción penal por lo que pidió la absolución en el juicio.

En la vista, celebrada en el verano, declararon 15 testigos que garantizaron a la jueza que las plantaciones de pinos y eucaliptos y las ventas eran reales. En su día, los recaudadores de impuestos detectaron facturas sospechosas de 600.000 euros en ventas de troncos de pino y eucalipto. Las talas investigadas estaban localizadas en montes de Vigo y el sur de Pontevedra. La factura más baja que se estudió la presentó el dueño de una batea, por una tala de 600 euros.