Doblete de la más joven para conducir al Lóstrego al coliderato

VIGO

SUSANA GONZÁLEZ

La salvaterrense Nara Fernández, de quince años, destacó ante el Sporting

24 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El coliderato que el Lóstrego alcanzó el domingo tiene nombre propio. La jugadora más joven del plantel que dirige Gabi Couñago, la centrocampista ofensiva Nara Fernández Groba (Salvaterra, 2008), anotó dos goles casi idénticos, de tiro lejano que se coló por la escuadra, para decantar la balanza en un desplazamiento tan complicado como el de Mareo (0-2 ante el Sporting de Gijón).

Su técnico confiesa que hace tiempo que le tenía echado el ojo a la que considera «una de las mayores promesas de Galicia», capitana de la selección gallega sub-15 que fue subcampeona de España. Formada en el Porriño, jugó allí desde los seis años, cuando quiso emular a su hermano Xoel, y hasta el verano pasado. «Tuvimos la suerte de que quisiera venir y es de esas jugadoras por las que me gusta apostar: talento joven que puede ir hacia arriba», apunta el entrenador. A sus 15 años, le ve «condiciones más que de sobra» para jugar en Tercera Federación.

Nara cuenta sobre su incorporación al Lóstrego que le apetecía un cambio. «Solo me quedaba un año para empezar con las chicas, decidí hacerlo ya y estoy contenta», señala la futbolista cadete de segundo año, que hasta ahora había jugado siempre con chicos. «Era la única chica en todas las categorías y siempre se portaron súper bien conmigo», relata dejando claro que fue una más en el vestuario.

En cuanto a los cambios que percibe esta temporada, no le parecen especialmente significativos en lo futbolístico. «A lo mejor los chicos tienen un poco más de fuerza, pero no se nota tanto», asegura. Se fija más en la cuestión de la distancia. «Con los chicos, solo viajábamos por Galicia y en Tercera Federación, vamos fuera y mola, porque sumas más experiencias», valora.

Comenzó la temporada lesionada y ahora está «cogiendo la forma». Pero, mientras, ya lleva tres goles y empieza a ser una jugadora importante en el equipo. «Tuvo la mala suerte de que una lesión muscular hizo que no pudiera jugar los primeros partidos», revela Couñago. Pero en el primero en el que fue convocada ya marcó el gol del triunfo y este fin de semana, repetía. «Por juventud, por desarrollo y por venir de lesión, hay que ir con cuidado y dosificarla», añade.

No obstante, el entrenador también admite que le mete «caña» porque sabe de su potencial y que está llamada a ser una futbolista diferencial. «Es muy ofensiva, tiene desequilibrio, regate y, sobre todo, destaca en el golpeo de balón», algo que quedó claro en dos goles que dedicó, revela ella, a su padre, que se había desplazado para darle su apoyo.

Couñago también tiene presente que hay aspectos en los que tiene margen para mejorar, como no podía ser de otra manera a su edad. «Tiene que crecer, sobre todo, en fase defensiva, cuando no tiene el balón, pero nos da algo que no teníamos, es un perfil que necesitábamos», ahonda. Ella confiesa que nunca ha sido muy goleadora, que solían caer uno o dos por temporada y ya van tres: «Espero no parar», desliza esta estudiante de cuarto curso de ESO.

Colíderes

Sobre el coliderato que valen los goles de Nara, Gabi dice que no es una sorpresa, por que se trata de algo que buscaban. «Queríamos empezar bien, luchar por estar arriba e ilusionarnos. Sin la obligación de ganar la liga o ascender, pero sí proponernos estar ahí y disfrutarlo». Nara va por el buen camino y el Lóstrego, también.