Nace el primer banco de alimentos para mascotas de gente sin recursos

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO

La creciente demanda de ayuda de personas que no pueden hacerse cargo de los animales desborda a Proyecto Gato y le obliga a crear la iniciativa

13 nov 2014 . Actualizado a las 10:27 h.

La complicada situación que padecen muchas familias de la ciudad hasta el punto de no tener ni para comer sus miembros, es lo que ha llevado a Proyecto Gato a organizar el primer banco de alimentos de mascotas de Vigo. Se trata de ayudar a esas personas con dificultades económicas para que no tengan que deshacerse de los animales por falta de medios para comprar comida.

La primera experiencia tendrá lugar este fin de semana con la colaboración del grupo Vegalsa. Voluntarios de la protectora se desplazarán mañana y pasado al supermercado Eroski del número 57 de la calle Barcelona, donde se pondrá en marcha el banco de alimentos para perros y gatos. Las personas que quieran colaborar donando comida podrán hacerlo en la entrada del establecimiento y en el horario habitual.

La idea es celebrar una iniciativa de este tipo en distintos supermercados y áreas comerciales de la ciudad de forma rotativa con una periodicidad aproximada de dos o tres meses.

Los dueños de mascotas que quieran optar a estas ayudas tendrán que presentar a la protectora el DNI, tarjeta de demandante de empleo, justificante de ingresos por una cuantía igual o inferior a 426 euros y justificante de que los ingresos de los miembros de la unidad familiar no sobrepasan los 483,98 euros. Se dará prioridad a las personas con cargas familiares e hipotecas.

Los voluntarios de Proyecto Gato hacen un llamamiento a la colaboración para evitar el dolor que supone para muchas familias tener que separarse de su mascota por no poder darle de comer o llevarla al veterinario.

«Cantos máis sexamos a máis xente poderemos apoiar e entre todos concienciaremos a toda a sociedade de que é imprescindible que nos axudemos uns a outros nestes tempos tan duros», explica Fátima Lago, una de las voluntarias de la protectora de animales. Advierte que precisamente en momentos de dolor es cuando más se necesita la ayuda y la alegría de las mascotas para seguir luchando. Eso, comentan los responsables de Proyecto Gato, por no hablar de lo duro y traumático que resulta para un animal doméstico acabar en un refugio. Buena muestra de ellos, dicen, es la tristeza y depresión que sufren al verse separados de su familia, lo que lleva a que en la mayoría de los casos no lleguen a superarlo.